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Sociedad

Hallan túnel de casi 200 metros en inmueble cercano al penal Castro Castro

Clandestino. Según Policía, iba a facilitar fuga de procesados por tráfico de drogas. Estaría conectado al comedor de la prisión.

Un túnel de 180 metros de largo y casi 10 de profundidad fue hallado por la Policía en el interior de un inmueble ubicado cerca del penal Miguel Castro Castro, en San Juan de Lurigancho. Según su primera hipótesis, esta excavación subterránea estaría conectada al centro de reclusión y tendría como objetivo la fuga de internos extranjeros procesados y condenados por tráfico ilícito de drogas.

Así lo afirmó el comandante general de la PNP, César Cervantes, quien llegó hasta el referido terreno en la cuadra 8 de la avenida Santa Rosa, donde adelantó que esta construcción tendría como punto de llegada el comedor del centro penitenciario. “Según el plano, aparentemente, (el túnel) iba a llegar a un determinado lugar que era usado como restaurante del penal. Ahí iba a terminar y se iba a producir la fuga. Esa es una hipótesis que manejamos”, dijo.

En la tarde de ayer, luego de labores de excavación con maquinaria pesada y en presencia del Ministerio Público, el jefe policial precisó que se trata de un forado de 180 metros, al que le sigue un espacio de rampado y con menor oxigenación de 30 metros. En el interior del amplio túnel, se observó vigas y tuberías. Y en el exterior, herramientas rústicas como rastrillos, cascos y patas de cabra.

Según Cervantes, entre cuatro y seis personas habrían estado a cargo de estas obras, las cuales se ejecutaban desde hace año y medio por las madrugadas. No obstante, aún no hay detenidos en esta operación.

Los indicios

Más temprano, y en medio de una serie de cuestionamientos y críticas a su institución, el jefe policial reportaba el hallazgo de “sacos (de arena) retirados” y evidencias de un “trabajo de largo aliento” en esa zona. “Hemos encontrado indicios de una posible excavación, de un túnel. Preliminarmente, hay que verificar con autoridades, pero mi presencia es para demostrarles que con un trabajo basado en la inteligencia y de lecciones aprendidas (...) la Policía se adelanta a los riesgos y a las amenazas”, indicaba en alusión a fugas como la del terrorista Víctor Polay Campos, cabecilla del MRTA, quien se escapó del penal Castro Castro en 1990.

Según dijo, este hallazgo forma parte de un trabajo de inteligencia de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). Al respecto, el jefe de esta unidad, el general PNP Vicente Tiburcio, refirió que detrás de esto estaría una red criminal dedicada al tráfico de drogas, lo cual aún está en investigación.

En esa línea, según dijeron, se coordinó con el INPE el traslado de 6 a 8 internos a otros penales de máxima seguridad.

“Construían una piscina”

La Policía, además, investiga la versión de que este establecimiento habría sido alquilado por un ciudadano colombiano.

No obstante, afirmó que en el grupo de trabajadores había ciudadanos extranjeros, entre ellos mexicanos. Según un testigo, se observó el continuo ingreso y salidas de camiones con arena, así como de obreros, quienes señalaban que construían una piscina.

El terreno en cuestión se encontraría en litigio, según informó la empresa Cepocar SRL, cuyo representante legal, Arturo Quispe, llegó hasta la zona y dijo desconocer el origen del forado. “Ese trabajo se hizo hace un año y mi patrocinada compró el terreno en agosto. Cuando adquirimos la propiedad no había nada”, dijo en horas de la tarde.

Agregó que este inmueble de 2.500 metros cuadrados se lo compraron a 950.000 soles a un sujeto identificado como Pablo Buleje Cárdenas.

Claves

El 9 de julio de 1990, el cabecilla del MRTA, Víctor Polay Campos, huyó del penal Castro Castro junto a otros 47 emerretistas, a través de un túnel de 250 metros.

Según Luis Flores, jefe de investigación de la Dirincri, el costo del túnel hallado ayer sería de medio millón de dólares.

Periodista por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Reportera de la sección Sociedad y trabajó en el suplemento Domingo de La República. Integrante de la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes. Fue becaria de Cosecha Roja y del Laboratorio de Periodismo Situado. Colaboradora de la revista Anfibia, de Argentina. Coautora de los libros de crónicas Rosario, ciudad Anfibia y Generación B: Jóvenes de la Esperanza. Participó en una pasantía en la Universidad Católica de Milán, en Italia, y en el intercambio periodístico EQDA, en Suiza. Ha ganado concursos nacionales de periodismo. Busca explorar y aprender más sobre educación, salud, violencias, innovación, comunidades originarias y derechos humanos.