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Sociedad

Cuando pobladores raptaron a la virgen de Chapi para impedir traslado a Arequipa [FOTOS]

Fe. Arequipa soportó una larga sequía en 1983. Las autoridades religiosas trajeron a la Virgen de Chapi para aplacar los efectos del fenómeno. Con la pandemia encima, similar gesto se quiere repetir pero solo con un sobrevuelo.

Alexis Choque Sarmiento

Diciembre de 1983. La imagen auténtica de la Virgen de Chapi, la patrona de Arequipa, viaja por el desierto árido. Después de tres días de travesía, miles de devotos la reciben en la Plaza de Armas de Arequipa. Era la primera vez que la imagen salía de su templo en Polobaya.

Ese traslado era un acto de fe de una población agobiada por una sequía larga. También con motivo del año marianista.

El historiador y director de la biblioteca municipal, Rommel Arce, recuerda que ese día la ciudad se paralizó.

Las calles por donde pasaba la Virgen lucían atiborradas. Desde sus balcones, los vecinos oraban. “No fuimos al colegio ese día, el comercio no atendía, yo estaba en la plaza con mi mamá esperando el ingreso de la Virgen”.

El testimonio del arzobispo emérito de Arequipa de ese entonces, monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, da cuenta los detalles del traslado. Al inicio, la población de Polobaya se resistía a ello.

Fernando Vargas dijo: “La había visto en sueños y determiné traerla contra viento y marea”. Los opositores secuestraron a la imagen encerrándola en el templo porque pensaban que iban a llevársela a Roma (Italia). “Me puse mi vestimenta de obispo y entramos, rezamos, les eché una arenga con todo el fuego de mi alma, lloraron, pero no se ablandaban. Tomé el micro y no sé de dónde saqué fuerzas y logré que cedieran”.

Agrega que tuvieron que firmar unas actas con muchas promesas, luego encontraron una camioneta donde pusieron a la Virgen y así lograron sacarla del santuario en medio de llantos de gente.

Todo el viaje tardó unos tres días. La primera noche, la imagen descansó en Pocsi, donde la población llegó de rodillas cargando sus imágenes de otros santos para que se encontraran con la Virgen. “Hasta los pastores acercaban sus rebaños al borde del camino para que la Virgen los bendijera”.

El segundo día, la imagen pasó por los distritos de Mollebaya, Characato, Sabandía. La caravana avanzaba en forma lenta por la multitud que la acompañaba. Así arribó a Paucarpata.

Al día siguiente, la imagen entró en el antiguo hipódromo, el mall Aventura Plaza, donde se reunieron parroquias y pueblos del sector. Salió de allí con un sombrero characato que los devotos le colocaron.

“El recibimiento oficial de la Virgen fue en el Canal Continental (avenida Independencia).

Una niña del colegio María Auxiliadora le suplicó con oraciones: Agüita, Mamita, danos agüita. Conmovió a los presentes. En la alcaldía le impusieron la medalla de la ciudad y poco más allá se le impuso la corona”.

En la Plaza de Armas hubo una misa donde, para los sacerdotes, fue casi imposible moverse para dar la comunión.

Dante Zegarra, uno de los encargados de la operación, designados por el propio arzobispo, da fe de este relato.

Fue la manifestación religiosa más grande de Arequipa de todos los tiempos. La Virgen de Chapi siempre ha concentrado mucha atención”, nos dice vía telefónica.

La imagen estuvo ocho días en la catedral y durante esos días, la gente esperaba desde la madrugada en las afueras para verla.

El último día, la imagen fue rodeada de azucenas y las Fuerzas Armadas y Policiales la condecoraron con la medalla correspondiente. “El estadio estuvo a tope y al salir el helicóptero la despidieron con espejos desde las calles, balcones y azoteas”, finaliza el relato.

Rommel Arce recuerda que la lluvia regresó a Arequipa ese verano, aunque otros escritos aseguran que la lluvia retornó el día en que la Virgen se fue.

Desde esa ocasión, la Virgen ha retornado a la ciudad en contadas ocasiones.

Dos años después, en 1985 y durante la visita del papa Juan Pablo II para su coronación y la beatificación de Sor Ana de los Ángeles, en 2007 por la Consagración de la Arquidiócesis, el 2010 por los 400 años de la Diócesis de Arequipa y para pedir simbólicamente que la pandemia de la gripe AH1N1 se terminara, entre otras fechas.

Castigos divinos

Los desastres naturales, en la fe católica, representan castigos divinos y las compensaciones divinas, milagros que la población creía que habían hecho los santos para detener los desastres. Este simbolismo proviene desde el incanato.

En Arequipa, por ejemplo, la Virgen Santa Martha salía en procesión cuando ocurría un temblor.

La erupción del volcán Huaynaputina en 1600 y el terremoto de 1878 en Arequipa fueron asociados a castigos. “Las personas se iban a confesar más seguido, las parroquias lucían llenas”, añade Arce

En la época inca ocurrían las conocidas ofrendas. Se cree que la momia Juanita, encontrada en 1995 durante una expedición en el volcán inactivo Ampato, fue parte de una ofrenda humana inca para aplacar un desastre natural o pedir un año fructífero.

Virgen llegará este domingo mañana

El arzobispo Javier del Río Alba confirmó que la Virgen de Chapi saldrá de su santuario en Polobaya y recorrerá la ciudad de Arequipa en helicóptero para bendecir a la ciudad en esta etapa de emergencia sanitaria por el COVID-19.

El sobrevuelo iniciará a las 12:30 horas. La venerada imagen, junto al rector del Santuario, cura Zacarías Kumaramangalam, saldrán en la nave desde Polobaya y retornarán a las 15:00 horas.

ENFOQUE

José Ramos Salinas, sociólogo

Lo religioso ante lo científico

El Perú y gran parte de Latinoamérica siguen siendo premodernos en el fondo. Lo premoderno hace prevalecer lo religioso frente a lo científico, pero no es que niegue lo científico, sino lo ve como complementariedad. Entonces, uno acude al hospital para que le hagan una intervención quirúrgica, que está basada en los conocimientos científicos de la medicina, pero todos los hospitales tienen una capilla con imágenes religiosas.

En este particular caso, me parece que cuando hay una sociedad altamente afectada desde el punto de vista emocional y psicológico, y si esta población cree en este tipo de cosas, no creo que la Virgen vaya a detener la pandemia, pero sí creo que puede hacer que mucha gente se sienta reconfortada, consolada, se sienta con mejor ánimo. Y eso mejora el sistema de defensas, no es un efecto milagroso, sino científicamente está demostrado que cuando el sistema de ánimo decae, el sistema inmunológico también decae.

En la época de la colonia quien salía fortificada era la Iglesia, pero ahora que la gente pide que venga la Virgen, no fortalece a la Iglesia.

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