Atentado fue consumado en el distrito limeño de Comas. Agraviado, Marcos Javier Molina (38), pidió garantías personales a la Policía Nacional. ,Por Alexi Velásquez S. Un joven comerciante demandó garantías personales a la Policía Nacional después de que delincuentes encapuchados hicieran estallar una granada de guerra en el frontis de su domicilio, ubicado en el distrito limeño de Comas, causando destrozos en una de las furgonetas que utiliza para transportar mercadería. Marcos Javier Molina Lino, de 38 años, ahora teme por su vida. Él contó a los investigadores que desde hace 20 días venía recibiendo llamadas telefónicas intimidatorias, exigiéndole el pago de cupos a cambio de protección. “No les presté atención, creí que se trataba de bromas pesadas, por eso no denuncie lo que sucedía...”, señaló preocupado el agraviado. Peritos de la Unidad de Desactivación de Explosivos PNP que acudieron al inmueble del comerciante, en la urbanización El Alamo, hallaron debajo de la furgoneta destrozada ACI-872 la espoleta de una granada de guerra tipo piña. El atentado ocurrió a las 5:00 de la madrugada. Vecinos del sector aseguraron a la policía haber visto a dos sujetos encapuchados arrojar el explosivo debajo de la furgoneta y, luego, escapar a bordo de un automóvil gris con lunas polarizadas.