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Política

Vizcarra y la próxima crisis

“Realidades que dificultan la réplica del modelo de Corea del Sur que se ha impuesto el Ejecutivo”.

Vizcarra y la próxima crisis
Vizcarra y la próxima crisis

La conducción de la campaña contra el coronavirus le ha subido los bonos a Martín Vizcarra, aunque le ha dejado a sus críticos habituales algo de pan que rebanar. Pero entre el pro y el contra, la ganancia del gobierno es enorme. Los puntos a favor: medidas decisivas, imponer la autoridad hasta donde se puede, información oportuna y suficiente.

Quizás el factor decisivo para la buena imagen de Vizcarra, quien ya tenía 55% de aprobación pre-coronavirus, es que la feroz naturaleza del peligro supera casi todas las tentaciones de hacer politiquería. También influye que casi todos los gobiernos importantes del mundo estén haciendo más o menos lo mismo.

La actuación del gobierno tiene limitaciones, pero las más importantes lo preceden: un pobre sistema de salud, poco material sanitario cuando comenzó el problema, una cultura de la informalidad que complica la imposición de reglas de emergencia. Realidades que dificultan la réplica del modelo de Corea del Sur que se ha impuesto el Ejecutivo.

En términos generales estamos presenciando un buen comienzo, no un resultado 100% feliz para la crisis en su conjunto. Aun si la enfermedad es atajada, lo cual es posible, y hasta probable, el trauma producido va a ser un problema de primera magnitud. En esa perspectiva no todos van a agradecer haber sido eficazmente salvados del virus.

Alejandro Werner, un bloguero del FMI, ubica al Perú entre los países de América poco preparados para enfrentar la crisis producida por el coronavirus. Sus argumentos: débil infraestructura de servicios y apoyo en salud, junto con insuficiente musculatura financiera para asumir los costos del salvataje efectivo de la economía.

Vizcarra está enfrentando con eficiencia el desafío más importante de esta hora, pero lo que viene después será un presente griego para él. En realidad los hematomas económicos de la cuarentena ya están entre nosotros, muy duros en los hogares más pobres, amenazantes en todos los demás. Para ese escenario aún no hay soluciones a la mano.

Mientras eso llega, Vizcarra se está moviendo en una suerte de presente absoluto, pues muy poco tendrá sentido si la pandemia no es controlada. No solo en el Perú, sino también en el escenario de la globalización, indispensable para nuestra economía.

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