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Política

Debates electorales

Un llamado contra las generalidades.

Editorial
Editorial

Bajo el auspicio del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), los días 13, 14 y 15 se llevarán a cabo los debates electorales en 25 regiones del país, incluyendo a la circunscripción de Lima Provincias, y los días 12, 16 y 19 ocurrirá lo mismo en Lima. Será el punto de llegada más importante en la búsqueda por enriquecer los contenidos de la campaña electoral.

Serán oportunidades para rescatar de un proceso que ha tenido como denominador común la falta de movilización del electorado y la débil movilización de ideas, en un contexto en que los espacios de campaña pretenden ser cubiertos por la violencia verbal e imágenes grotescas. Con modestia, nuestro medio ha buscado tempranamente el encuentro y discusión de ideas, y en ese cometido hemos propiciado decenas de debates bilaterales e impulsado la cobertura de propuestas sectoriales de los partidos y candidatos en todas nuestras plataformas informativas.

En relación a los debates de los siguientes días conviene anotar la existencia de una agenda mixta, la nacional y la regional/local. Ambas reclaman propuestas y lo ideal sería que ambas sean abordadas. Para ser más precisos, es necesario que los debates fuera de Lima no se agoten en los temas regionales y procuren una mirada propia del país desde los territorios, en tanto que la discusión en Lima no evada hablar de los problemas de una metrópoli en la que viven 10 millones de personas y que eligen 36 congresistas con un mandato también local.

En la agenda nacional importa saber de los planes de los partidos sobre el papel del Parlamento hasta el 2021; si harán del nuevo Congreso un escenario para la reforma o si persistirán en un juego obstruccionista como lo han adelantado el Apra y una de las facciones fujimoristas. Será útil saber quiénes intentan volver al pasado y quiénes prefieren el futuro.

Este dilema no es gratuito. Una apuesta al futuro es atender la agenda contra la corrupción, en donde figuran casos que requieren del Congreso, así como culminar la reforma política planteada por el Gobierno en abril pasado.

Sobre lo sectorial, hace falta salir de las generalidades e ingresar a los detalles. La agenda social, por ejemplo, reclama propuestas precisas sobre las pensiones, las de la ONP y de las AFP, la nueva Ley General de Minería, el financiamiento de la universalización de la salud, la ampliación de la lista de medicamentos genéricos obligatorios en venta, los derechos de la mujer, protección de los consumidores, entre otros. Si alguna guerra electoral debe hacerse, es contra las generalidades.