En contra de la vacancia ya en marcha

Ayer se cumplió un mes del anuncio del presidente Martín Vizcarra de adelantar las elecciones al 2020, pero el avance del congreso para debatir el proyecto de reforma constitucional es, literalmente, nada.

Por el contrario, en ese mes el fujiaprismo ha planteado una estrategia de oposición al adelanto con el fin de permanecer hasta el 2021, con Vizcarra de presidente, o Mercedes Aráoz y, si la vicepresidenta declina, Pedro Olaechea.

El factor tiempo, es decir, demorar el debate del proyecto para luego archivarlo, que es lo que quiere y hará el fujiaprismo, juega a su favor.

El planteamiento de Vizcarra fue, en la opinión de hace un mes de esta columna, la menos mala manera de salir del impase insalvable entre un ejecutivo débil y un congreso obstaculizador aún en control del fujiaprismo.

Han surgido opiniones para impedir la cuestión de confianza si el proyecto se archivara, asunto en el que siempre habrá un constitucionalista que diga lo que uno quiere oír, pues, este problema es político antes que jurídico.

Por ello, el presidente Vizcarra cometió el error garrafal de obviar con malas maneras a la VP Aráoz, a pesar de lo cual ella debiera evitar la tentación de ser usada por el fujiaprismo como pata de cabra para zamparse a Palacio.

Pues el objetivo del fujiaprismo es vacar a Vizcarra, poniendo a Olaechea de propagandista de su incapacidad para gobernar, aprovechando las deficiencias del gobierno; a Rosa Bartra como reina y señora del vals de la tortuga y la inconstitucionalidad del proyecto; y a Mauricio Mulder y Héctor Becerril como choferes de la vacancia.

Mientras, el fujiaprismo trabajará en la demolición de la reputación del presidente para que pierda respaldo mediante denuncias de distinto calibre, algunas burdas y otras que debieran investigarse pero que no generan motivación de vacancia inmediata.

Es difícil que el congreso reúna los 87 votos para la vacancia, pero aun si los consiguiera, ¿cómo manejaría la reacción ciudadana de sacar a un presidente que conectó con la gente con el lema de ‘nos vamos todos’, si es que ellos sacan a Vizcarra, pero se quedan, especialmente cuando el presidente ya está en campaña abierta, recorriendo todo el país con su propuesta.