Los paros, marchas y demás movilizaciones en torno al transporte que comienzan hoy son parte de la respuesta ciudadana a la pobre gestión de la coalición de gobierno y a los peligros que esta representa. La respuesta de esta coalición no ha sido ponerse en marcha para resolver los problemas que causan la protesta, sino enfrentar a la ciudadanía con la APEC.
El juego ha consistido en tratar de ocultar el malestar peruano a los visitantes del Asia-Pacífico. Algo perfectamente imposible, pues esos dirigentes ya sabían más que suficiente acerca de la situación peruana antes de subirse a sus aviones. No se han embarcado embelesados por la tranquilidad que hay en este país, sino para reunirse entre ellos y proyectar la imagen de un grupo global.
Algunos de los gobiernos representados tienen una buena trayectoria en derechos humanos y ciudadanos, como es el caso de Japón. Otros, como el madrugador sultán de Brunei, son gobernantes con rabo de paja. Pero detrás de todos ellos vienen comerciantes con una versión flexible sobre el bienestar de la población peruana, o de cualquier otra.
Uno de los objetivos de nuestras movilizaciones de estos días es hacerle saber al mundo que el negocio del transporte público en el Perú está sometido a sangrientas extorsiones, asesinatos de propietarios y choferes, y frecuentes disparos contra unidades de transporte llenas de pasajeros. El gobierno peruano no ha logrado hacer nada para evitar, o siquiera mitigar, esta situación.
En tal medida, Xi Jinping debe estar preguntándose qué va a pasar en Chancay y sus alrededores una vez que empiece a circular el dinero de la operación portuaria. Debemos imaginar una situación chalaca elevada a la enésima potencia. Pero, como lo demuestra México, corrupción y violencia no impiden el crecimiento de los buenos negocios.
Lo anterior es válido siempre y cuando los hampones de un país no se dediquen a atentar contra empresarios y usuarios de los negocios. Todo esto frente a la vista gorda de todo tipo de autoridades (¿por qué seguimos usando esa palabra?). Los visitantes se enterarán de estos detalles por el personal de sus respectivas embajadas, que lee periódicos.
Volviendo a Xi, que el visitante APEC más importante no haya querido ir a Chancay por motivos de seguridad lo dice todo.4o
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).