¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Todos tus fraudes

“No saber perder no es cuestión de ideología, de izquierdas o derechas, es cuestión de totalitarismos”.

Si no votaste por Castillo y te parece que su gobierno es un desastre y que merece ser vacado, aquello no te convierte automáticamente en “fraudista” o “golpista”. Son cosas muy distintas, pero luego de ver la pataleta de los seguidores de Bolsonaro en Brasil recuerdo, una vez más, lo que me ocurrió en un chat intrafamiliar que clamaba por el fraude contra Keiko Fujimori con el mismo guion. Apenas se dio a conocer, les alcancé el PDF del informe de la comisión Montoya y les dije: a ver, lean y encuentren una sola prueba de las tantas que dijeron que había.

La respuesta de un tío fue contundente: no voy a leer tantas páginas, para mí hubo fraude y punto. Se acabó. No saber perder no es cuestión de ideología, de izquierdas o derechas, es cuestión de totalitarismos y a eso nos conducen los líderes que tienen problemas con las derrotas. Solo me limito a tiempos recientes.

No es casualidad, no es coincidencia, que personalidades como las de Trump, Bolsonaro o Keiko Fujimori hayan hecho berrinche cuando perdieron la elección. Alegan pruebas inexistentes, conspiraciones desde el más allá, arrastran a sus frustraciones personales a sus seguidores, como cuando cientos de partidarios del expresidente Donald Trump asaltaron el Capitolio en enero de 2021, enfurecidos por sus alegaciones de que el republicano perdió las elecciones ante Joe Biden por un supuesto fraude masivo.

Hablamos de personalidades autoritarias, ególatras, a las que les cuesta mucho reconocer derrotas. Cuando aspiran a llegar o a permanecer en el poder, es cuando son más peligrosos, puesto que son capaces de arrastrar a una nación entera o a buena parte de ella a un asunto de fe que termina por destruir la democracia misma, específicamente el sistema electoral, en tanto árbitros de la contienda y contabilizadores de nuestros votos.

Siembran la semilla de la duda, del engaño, el debate, en un evento que ya de por sí es cada vez más emocional y menos racional. A nadie le gusta perder o que sus líderes pierdan, pero las reglas para que no nos terminemos agarrando a piedrazos, balazos o bombas son las reglas. No olvidemos que siempre habrá alguien más radical que el radical de nuestro agrado.

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.