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Las propuestas, por Paul E. Maquet

“Un adelanto de elecciones generales es simplemente tirar las cartas de nuevo, peor aún sin reforma política ni debate constitucional”.

Hay varias propuestas en debate. Para unos, el Ejecutivo es tan malo que hay que vacarlo. Para otros, el Congreso es golpista y hay que cerrarlo. Muchos dicen “que se vayan todos” y piden adelanto de elecciones. No pocos dicen “nueva Constitución”.

El primer asunto es determinar cuál es el problema. Tener un mal gobierno o un peor Congreso nunca ha sido causal de vacancia, disolución o adelanto de elecciones. La lógica democrática es que la voluntad popular se renueva periódicamente: si tus representantes dan malas leyes o el gobierno es ineficiente, el castigo se expresa en las próximas elecciones.

A mi juicio, el problema no es el elenco político: ya antes “se fueron todos”, se disolvió el Congreso y se vacó presidentes, y eso no solucionó nada. El problema es el colapso del pacto social, y por ello hay que abrir el debate constitucional.

Pero el segundo asunto es qué opciones son viables. Todas tienen un mismo obstáculo: el Congreso. ¿Este va a recortar su propio mandato? ¿Con qué incentivo? ¿Y encima se espera que apruebe una reforma política? Para eso tendría que haber protestas masivas y, por el momento, ese no es el escenario. Lo mismo pasa con la constituyente: ya el Congreso archivó el proyecto. Y la disolución, ni se hable: los actuales congresistas ya aprendieron de experiencias pasadas y no van a negar jamás la confianza, así que la figura legal no se va a configurar.

El tercer asunto es qué pasa después. La vacancia es regalarle el Ejecutivo a la mayoría congresal, que es igual o peor. Un adelanto de elecciones generales es simplemente tirar las cartas de nuevo, peor aún sin reforma política ni debate constitucional.

El escenario más probable es que ambos poderes sigan en su convivencia mediocre por tiempo indefinido, hasta que los congresistas consigan los votos para una destitución o se produzca un estallido social de consecuencias imprevisibles.