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¿No habíamos ya llegado allí?

“Los bonos ayudan a las personas y, también, a reactivar la economía. Quizá lo más importante: reducen el enorme aumento de la pobreza”.

Desde la pandemia, todos los países aplicaron programas de estímulo fiscal y monetario para sostener a las personas y empresas. Y han proseguido, comenzando por el paquete reactivador de Joe Biden, de US$ 3.5 billones, el17% del PBI (sin olvidar que Trump le dio US$ 600 mensuales adicionales a todos los despedidos lo que, muchas veces, duplicaba su sueldo mensual).

Hablemos, entonces, ya no del paquete fiscal tradicional (inversión pública, aumento del gasto) sino de las “transferencias monetarias”, de los programas sociales y su rol durante y después de la pandemia. Vamos por partes.

Durante la pandemia, las transferencias (los bonos) cumplen el rol de “sostener” a las personas que han perdido su empleo, formal o informal, y, claro, sus ingresos. Los bonos ayudan a las personas y, también, a reactivar la economía. Quizá lo más importante: reducen el enorme aumento de la pobreza.

Si bien en la región se impulsaron los bonos universales, la diferencia ha estado, de un lado, en su magnitud y, de otro, en las herramientas para fomentarlos.

En Chile, según el Informe de Política Monetaria del Banco Central 2021, las transferencias al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) fueron US$ 6,000 millones el III y IV Trimestre del 2020 (el 2,14% del PBI). En los 4 trimestres del 2021 el IFE se multiplicó por 7, llegando a US$ 40,000 millones (el 14% % del PBI). Según Libertad y Desarrollo, el IFE en el 2021 equivalía, cada mes, a 1% del PBI.

En Colombia, los bonos del Ingreso Solidario fueron 0,5% del PBI en el 2020.Y la reciente Ley de Inversión Social lo ha extendido a todo el 2022 por 7.2 billones de pesos, 0,62% del PBI (no incluye a Colombia Mayor, Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Red Unidos). Según José Restrepo, ministro de Hacienda, entre 2020 y 2022 el crecimiento económico bajaría la pobreza en 5,7% e Ingreso Solidario en un 2,5% adicional: un total de 8,2%.

Ahora las herramientas. En Chile y Colombia existe un padrón actualizado de las personas, ya sea pobres o potenciales beneficiarios de los programas sociales, en las ciudades y las áreas rurales. Aquí no había esos padrones pues el “exitoso” neoliberalismo habría creado una clase media “emergente”. Sin padrón, sin inclusión financiera y con informalidad del 70%, hubo más contagios y el triste récord de liderar la mortandad mundial.

De todas maneras, en el 2020 hubo tres bonos por 2,4% del PBI que se demoraron 11 meses. Dice el Informe del INEI: la pobreza hubiera subido de 20 a 33,2% del 2019 al 2020, pero “solo” subió al 30% debido a los bonos. Y el PBI no cayó tanto, debido al aumento de la demanda.

A principios del 2021 el FMI propuso un bono universal adicional de S/ 2,300,el 2,7% del PBI: reduciría la pobreza y el PBI aumentaría 2% adicional. Pero la ortodoxia económica lo desechó.

El enfoque cambió con el ministro de Economía Pedro Francke. Se puso en marcha el Bono Yanapay, que otorga S/ 350 a 14.6 millones de personas, beneficiarios de programas sociales, o que no están en planilla. Tiene un impacto de S/ 5,100 millones (0,6% del PBI) que impulsa la economía. Hubo, además, un bono de 210 soles a los trabajadores de bajos ingresos. Los efectos ya los vemos. Y también estarán en el próximo informe del INEI en abril.

Pero para la ortodoxia, las transferencias son “propinas que malacostumbran a la gente”. Falso. Claro está, los programas sociales forman parte de un conjunto: mesas ejecutivas, ampliación de Reactiva, impulso al turismo, inclusión financiera, masificación del gas, reforma tributaria, inversión privada y pública. La ortodoxia económica no puede seguir imponiendo el mito de que “el mercado sabe lo que hace”. ¿No habíamos llegado ya allí?

En estos momentos de crisis política, de corrupción, clientelismo y amiguismo barato que parece perpetuarse, aunque aún muchos no lo crean, es probable que vuelva el continuismo neoliberal: “no cambiar nada para que nada cambie”. Justo aquello que hará el cambio más necesario aún.

La República

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