Carta desde Talara, por Mirko Lauer
“La región tiene muchos recursos, pero los políticos locales andan en otras, y solo cumplen consignas desde la capital”.
Estimado señor Lauer:
Le escribo desde la provincia de Talara donde el verano, desde días antes de su inicio formal, se ha anunciado con fuertes aguaceros e impetuosas riadas en algunas localidades de la región. Serias advertencias para la ejecución de los proyectos de la reconstrucción con cambios después del impacto de El Niño costero en 2017 en esta parte del norte peruano.
Por la temporada, y pese aún a algunas frías noches por La Niña, cientos de personas, entre ellas turistas, arriban diariamente a Talara, Piura y Tumbes en busca de las hermosas playas, alojamientos exclusivos —algunos de ellos— y su exquisita gastronomía. Los otros pasajeros —es mi caso— llegan a la casa natal en procura del tan ansiado reencuentro familiar tras cerca de dos años de obligado y estratégico alejamiento por la pandemia.
Por la emergencia sanitaria, en Sullana, Piura, Sechura y Talara existe la sombra de alto riesgo por la covid-19. Por ley hay una serie de restricciones a fin de evitar el incremento de contagios, más aún con la confirmación en nuestro territorio nacional de la altamente contagiosa cepa ómicron.
Si bien el Dr. Robin Estrada Serrano, jefe del hospital del Minsa de Talara, explicó altos indicadores de vacunación local, mediante XCableTv reveló un retraso en la instalación y funcionamiento de la planta de oxígeno. ¿Qué se espera para mejorar la infraestructura hospitalaria sobre todo de camas UCI en una ciudad muy golpeada por las anteriores olas covid?
Según indicadores del INEI, citados por la Red de Estudios para el Desarrollo, los talareños estarían en el “43% de peruanos que no tiene agua potable en su vivienda las 24 horas del día”. El servicio es, por lo general, de 4am a 9am. Una severa carencia, de muchos años, que afecta el sistema sanitario de la región en toda circunstancia.
Se espera que la refinería de Talara —de la investigada Petroperú— inaugure sus nuevas instalaciones el próximo año. Debió ser en noviembre pasado. Ojalá que resuelta la explotación de los lotes de petróleo de la zona, no se termine procesando crudo solo de Ecuador y Colombia. La región tiene muchos recursos, pero los políticos locales andan en otras, y solo cumplen consignas desde la capital.
Ojalá que octubre 2022 marque el inicio de un mejor futuro.
Ernesto Carrasco.
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