¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Hay firmas, y firmas

“Es posible que cuando Vladimir Cerrón lanzó la idea de las firmas pensaba en un mecanismo ideal para mantener la presencia política del partido frente a los primeros impulsos de independencia de Pedro Castillo”.

La iniciativa de Lucas Ghersi para acopiar firmas contra la posibilidad de una nueva Constitución parece haber prendido. El abogado informa que ya ha logrado reunir un millón, y que piensa llegar a tres millones. La idea es modificar la actual Constitución a través del Congreso, para bloquear la Asamblea Constituyente que quiere Perú Libre.

PL también está buscando firmas, en su caso para promover una Asamblea Constituyente sin paso por el Congreso. Todavía no informan cuántas han reunido sus cuadros que visitan ciudades del interior donde el partido tuvo buena votación en junio pasado. Mientras tanto el gobierno insiste en que no busca una nueva Constitución.

Ghersi ha encontrado sus firmas en Lima, Arequipa, Chiclayo, Ica, Huancayo, Piura y Tacna. Dirigentes de PL han visitado a varias de esas ciudades, más algunas del sur andino. Es de suponer que esta carrera de firmas terminará recorriendo una parte sustancial del país, llevando a cada lugar argumentos legales contrapuestos.

En una de las versiones, apoyada por una mayoría de los abogados constitucionalistas consultados, no es viable un cambio constitucional que no pase por el Congreso. En cambio para la dirigencia de PL el peso de las firmas es en sí mismo sufi ciente para imponer una asamblea facultada para producir una nueva Constitución.

En varias declaraciones PL ha presentado el referendo como algo que de hecho se plantea en contra del Congreso, donde la propuesta de otra Constitución no tiene mayoría. Pero no está muy claro qué puede hacer PL con sus firmas, si es que llega a reunir los 2.5 millones que se ha propuesto como objetivo en esa campaña.

Es posible que cuando Vladimir Cerrón lanzó la idea de las firmas pensaba en un mecanismo ideal para mantener la presencia política del partido frente a los primeros impulsos de independencia de Pedro Castillo. Quizás no consideró que sectores de la oposición se empezarían a movilizar en contra, probablemente con mucho más recursos.

Vemos, pues, que si la derecha más radical sigue buscando descalificar al Ejecutivo con la narrativa del fraude electoral, la izquierda más radical de PL está empeñada en descalificar al Congreso con el discurso de una propuesta constitucional inviable. Otro polarizado signo de los tiempos.