Pedro Castillo inventa la autovacancia

Es una exageración decir que Maricarmen Alva está promoviendo la vacancia de Pedro Castillo, de lo que se están aprovechando los extremos radicales de izquierda y derecha para sacarla de la presidencia del congreso y reemplazarla por alguien útil para fines subalternos, pues el principal promotor de su vacancia es, por sus propios errores, el presidente de la república.

Alva no propuso la vacancia en la entrevista que le hizo Trome. Solo recogió una percepción creciente y generalizada de que, al paso que va, el gobierno de Castillo se caerá, más temprano que tarde, por sus propios tropezones.

Una expresión de la prematura pérdida de rumbo del gobierno es que hasta sus más lúcidos integrantes, o los que aspiran a serlo con loas públicas insólitas al mismo, esgrimen defensas que son tan absurdas que ya producen risa, debido a que recurren a la victimización para eludir el reconocimiento de problemas evidentes y grotescos que debieran ser resueltos.

Hasta se podría entender que eso lo hagan los ministros ineptos de este gabinete –que abundan– o los que tiene acusaciones sólidas por temas tan graves como terrorismo o misoginia, pero no que esa sea ahora la actitud de los integrantes más lúcidos del consejo.

Es el caso del ministro Hernando Cevallos, quien sostiene, por ejemplo, que el presidente Castillo no habla mucho “porque hay que hablar menos y hacer más”, y minimizan asuntos graves como el aroma cada vez más fuerte a Movadef en el gobierno, o una misoginia cavernícola; exageran el jaque al gobierno; e inventan planes de vacancia sin sustento por parte de congresistas que solo han cobrado un mes, y aspiran a hacerlo durante los 59 meses que faltan, además de ‘gratis’ y otros muertos y heridos sin factura.

A este gobierno todavía nadie lo empuja, sino que se cae solo porque designa ineptos y gente con prontuario, porque no pone orden en las pugnas entre el buró coche bomba y el lado sensato; y porque el presidente de la república, -ese distraído caballero de sombrero elegante- no se da cuenta de la urgencia de contar con un equipo solvente de gobierno, y aún sueña con debates de candidato sin zapatos en el Vraem. Por ello, el presidente Castillo es hoy inventor y gran promotor de la autovacancia.

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