La hora final

La campaña de Fuerza Popular por invalidar los resultados electorales de la segunda vuelta está llegando a su etapa final sin ningún resultado.

La primera estrategia no funcionó. El Jurado Nacional de Elecciones, en acto público, ha desestimado casi todos los recursos de apelación de nulidad de actas electorales. Primero lo hicieron los Jurados Electorales Especiales regionales.

También sufrió un revés en su intento de lograr una auditoría internacional sobre el resultado de las elecciones del 6 de junio, argumentando que hubo irregularidades en las mesas de votación. El secretario de la OEA, Luis Almagro, no recibió a la delegación de peruanos, integrantes de partidos que pelean en la misma trinchera con Keiko Fujimori, que viajaron hasta Washington con el mismo objetivo. Lo cierto es que hicieron un papelón, además de que ningún medio norteamericano asistió a su “conferencia de prensa”. Desde días antes, la comunidad internacional había expresado su reconocimiento a la validez del proceso electoral.

Como colofón, el viernes por la noche el Ejecutivo rechazó el pedido que le hiciera la candidata presidencial al presidente Sagasti para que organismos internacionales realicen auditoría a las elecciones, aludiendo al respeto del principio de neutralidad y la autonomía del JNE.

Estas actitudes han causado daño al país. Han contribuido a generar inestabilidad política y económica, agitación en las calles, la reacción negativa del mercado y el alza del dólar. Los peruanos aguardan con esperanza que una vez que Pedro Castillo sea proclamado presidente se calmen las aguas. Pero para ello sus decisiones se enmarcan en el respeto a la democracia y al Estado de derecho.