¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Saludo a las flamantes librerías

“La publicidad a los libros en los medios está tan limitada como siempre, con páginas y programas reduciéndose. Un problema que las nuevas librerías tendrán que resolver”.

Hay una racha de nuevas librerías. No son reemplazos de otras desaparecidas, pues a las establecidas no les va del todo mal. Lo que parece haber es un número de lectores en expansión, y emprendedores que han captado una oportunidad. Es un movimiento de ánimo juvenil, en que los nuevos locales llevan la marca de la aventura.

Lo primero que viene a la mente es que el confinamiento de la pandemia incrementó las horas de lectura. Quienes pueden permitírselo empezaron a comprar más libros. Además las cuarentenas intensificaron la curiosidad en diversas áreas, sobre todo la literaria. El delivery volvió más fácil procurarse libros.

Ninguno de los libreros con los que he podido conversar últimamente se queja de la marcha de su negocio. Los más entusiastas han sido los especializados en enviar libros a domicilio desde su página en Internet. Son muchas las librerías con locales abiertos al público, pero enviar a las casas se ha vuelto parte integral de la operación.

Solo en Barranco se han añadido últimamente unas tres librerías a otras tantas instaladas desde antes de la pandemia. Todos son establecimientos boutique para públicos concentrados en lo muy nuevo. Incluso en lo muy especializado. Me hablan de un establecimiento que solo vende libros de y sobre autoras mujeres, con énfasis en las peruanas.

Que florezcan librerías es notable si consideramos que leer libros comprados no es nada barato. Los libros son, como siempre, sobre todo importados, y al lado hay un pequeño boom de ediciones y autores locales. Pero parece haber un público decidido a leer con un libro físico en la mano. Los títulos electrónicos son más baratos, pero menos variados en castellano.

Todas estas son buenas noticias, que hablan de una fuerte salud cultural en medio de la crisis. Aun así, las nuevas librerías son apuestas entusiastas más que negocios seguros. La publicidad a los libros en los medios está tan limitada como siempre, con páginas y programas reduciéndose. Un problema que las nuevas librerías tendrán que resolver.

Los aforos de las librerías siguen reducidos, pero entrar a esos locales ya no es riesgoso si se respetan las normas de sanidad. Hace unos días Magdalena del Mar inauguró una feria del libro presencial.

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.