¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

¿Lima es otra cosa?

La alcaldía izquierdista de Alfonso Barrantes fue la excepción, y a medias la de Susana Villarán.

”Cusco me nace, Arequipa me cría, Lima me enseña la politiquería”. “Arequipa ha dado el sí/La indiecita seguirá/La zamba vieja ¿qué hará?/Sufrir jeringas de ají”. El primer texto es un antiguo refrán (hay varias versiones), el segundo es parte de unas coplas que circularon anónimas varios años antes de la Independencia, para describir el nuevo ánimo nacional.

Coinciden los textos en hacer notar que la política de Lima (la zamba vieja) es distinta de la de las capitales del resto del país. Los versos revelan temprano que Lima era la ciudad más renuente a la Independencia y el refrán, acaso mucho más reciente que los versos, señala que la capital funciona como un verdadero máster en política práctica.

En decenios recientes hubo momentos en que el ánimo electoral de Lima y el interior parecían haberse ecualizado, como una señal de modernidad comunicativa y de expansión del capitalismo. Norte, sur y oriente mantuvieron tendencias históricas, pero no lo suficiente como para definir de antemano una elección nacional.

Pero incluso en esas épocas Lima funcionó como un contrapeso conservado a las inquietudes de las provincias, como se llamaba a las regiones. Un esfuerzo de derecha como el PPC tenía serios problemas para arraigar su mensaje fuera de la capital. El sur andino siempre concedió un margen de beneficio a las candidaturas progresistas.

La alcaldía izquierdista de Alfonso Barrantes fue la excepción, y a medias la de Susana Villarán. Hoy hemos vuelto a los tiempos anteriores, con creces. Lima es el baluarte de la resistencia de derecha a una candidatura presidencial cuya ventaja hasta hace poco cubría todo el resto del país (el norte ha cambiado durante la campaña).

¿Cómo se explica el derechismo de una ciudad con altos índices de pobreza? Para algunos es un efecto de la modernidad concentrada en Lima. Para otros es una defensa de la ventaja comparativa de la vida en Lima frente a la del interior, algo así como un efecto residual de la migración. También se menciona la influencia de una burguesía omnipresente.

Las encuestas nos vienen presentando la segunda vuelta como una confrontación entre Lima y las regiones. Quizás hay en todo eso trazos de un descontento frente al proceso de descentralización iniciado hace unos 40 años.

La República

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