¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

El secretismo de los contratos

“¿Van a asumir esa carga los privados que denuncian al Gobierno por impedirles importarlas? O piensan que ellos hacen el negocio y el Estado pone la garantía...”.

Con contadas excepciones Estados Unidos, Israel, Canadá, Emiratos Árabes Unidos y Chile, la falta de suministro de vacunas está produciendo tensiones políticas en todo el mundo debido a la imposibilidad de los Gobiernos de cumplir con los cronogramas de inmunización.

Los laboratorios AstraZeneca, Pfizer-BioNTech y Johnson & Johnson incumplen sus entregas a la Unión Europea y le impide acelerar el proceso de vacunación en un escenario en el que algunos países ven la amenaza de una tercera ola de contagios. La situación en América Latina es aún más grave: solo cuenta con 40 millones de dosis que le permiten inmunizar a menos del 3% de su población.

A pesar de esta trágica realidad no ha habido ningún intento de los países productores de vacunas de encontrar una solución real. Sucede que aumentar su producción, tal como lo han propuesto India y Sudáfrica en la OMC, mediante la liberación temporal de las patentes, implicaría menores precios y reduciría la capacidad de los laboratorios farmacéuticos de imponer condiciones a los Gobiernos, tal como lo vienen haciendo.

Les importa el negocio más que la pandemia. La rentabilidad de la industria farmacéutica es probablemente solo superada por la del narcotráfico y la venta de armas.

En enero, miembros del Parlamento Europeo tuvieron acceso a un contrato de compra de vacunas firmado entre la Comisión Europea y el laboratorio alemán CureVac, considerado uno de los más transparentes. Descubrieron que no estaban fijados los precios de las dosis, ni el calendario de entrega y tampoco el dinero pagado por adelantado.

Los Gobiernos y los organismos de salud pública, en todo el mundo, han tenido que aceptar las exigencias de los laboratorios, de mantener los detalles clave de los contratos en secreto, porque sencillamente son inaceptables. Los términos permiten a los laboratorios manejar los plazos de las entregas sin ninguna consecuencia y canalizarlas al mejor postor.

La falta de vacunas ha dado lugar a presiones para que se permita al sector privado comprarlas directamente a los laboratorios. Esto ocurre no solo en el Perú. Aquí, la ley los faculta. ¿Por qué no traen ya los millones de dosis que nos faltan? La realidad es que los laboratorios solo venden a los Estados porque necesitan garantías que los eximan de cualquier responsabilidad ante la probabilidad de daños causados por la vacuna en el futuro.

¿Van a asumir esa carga los privados que denuncian al Gobierno por impedirles importarlas? O piensan que ellos hacen el negocio y el Estado les pone la garantía, tal como ocurrió con la deuda externa privada en los ochenta.

Mientras la humanidad pugna desesperadamente por las vacunas, China y Rusia han encontrado la puerta abierta para hacer diplomacia con las suyas y aumentar su presencia en el tablero de la geopolítica mundial. Así, las dirigen a África, Asia y América Latina.

En nuestra región, salvo Costa Rica, El Salvador, Panamá y Cuba, los demás países han aprobado el uso de la vacuna rusa o alguna de las cuatro chinas disponibles.

Cuba es el único que no ha certificado ninguna vacuna y, más bien, tiene dos proyectos en la fase 3 de los ensayos clínicos. Incluso algunos países europeos se han desligado de las compras conjuntas realizadas por la Comisión Europea para adquirirlas a estos países. Las vacunas son un arma diplomática poderosa.

A diferencia de Estados Unidos, que vacuna vertiginosamente a su población, China y Rusia muestran bajas tasas.

China solo ha vacunado al 4% de sus habitantes, pero se puede dar ese lujo porque tiene la pandemia controlada. En cambio, Rusia, con solo el 3.7% de vacunados, no consigue bajar la cifra de 400 muertes diarias. Es el costo que imponen algunos Gobiernos con tal de ser parte de las grandes ligas de la geopolítica global.

Argentina supera los 2 millones de vacunados y espera la llegada de más dosis

AME3173. BUENOS AIRES (ARGENTINA), 16/03/2021.- Una enfermera sostiene una vacuna contra la covid-19 en una posta sanitaria hoy, en Buenos Aires (Argentina). La campaña de vacunación argentina avanza a un ritmo menor al pautado inicialmente por el Gobierno, y según los últimos datos de este martes, un total de 2.541.362 personas recibieron al menos una dosis, al tiempo que el Ejecutivo busca "agilizar" la llegada de más vacunas. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni