¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

El naufragio

“Cabe preguntarse, cada quien en su fuero interno, qué habríamos hecho de encontrarnos en esa situación. ¿Habríamos tenido el coraje de no ceder?”.

El escándalo de las vacunas –o más bien de las candidatas a tales– nos dejó algunas frases públicas para la ya nutrida historia peruana de la infamia. Dos de estas fueron pronunciadas por médicos, cuya trayectoria y reputación se vieron irremediablemente –irónico para un galeno– comprometidas. La Dra. Mazzetti, exministra de Salud, explicó que sería la última en vacunarse, por aquello de que “el capitán es el último que abandona el barco”.

Acaso inconscientemente, nos estaba diciendo una verdad en la que muchos no habíamos reparado: el proceso de vacunación estaba encallando en un mar de mentiras, corrupción, abuso de poder y desprecio por los más necesitados.

Porque el capitán solo abandona el barco cuando está naufragando.

Esta simple pero contundente evidencia ha sido soslayada. El punto es que Mazzetti sabía lo que estaba ocurriendo. No solo que ella, su pareja y su chofer, junto a muchos otros envarados, se habían colocado la sustancia en secreto. Sino que también había un proceso turbio en la selección y compra de las vacunas, aprobadas o en proceso de ensayo clínico. Y que esto ponía en riesgo el propio ensayo y la compra de las dosis. En su mente estábamos naufragando y su inconsciente nos lo estaba advirtiendo.

El otro médico es el Dr. Germán Málaga. La primera provenía del sector público, el segundo del privado. La frase inmortalizada por el director del ensayo clínico en fase III del producto de Sinopharm, fue la ya célebre: “no se trata de privilegios, solo que así son las cosas”. Se refería a las circunstancias en que trajo a su hija de Alemania para que reciba sus dos (o tres) dosis y retornara a sus estudios en Europa. Lo desconcertante de esta y otras intervenciones del Dr. Málaga es que parece creer lo que dice.

El hecho de que estén apareciendo Vacunagates en otros países de la región, refuerza la hipótesis de una internalización de categorías estamentales. En donde los derechos son directamente proporcionales a tu ubicación en la escala social.

El secreto en el que se produjo este abuso de poder que involucra a 487 personas indica que algo no cuadraba en la racionalización de su aprovechamiento indebido. Cabe preguntarse, cada quien en su fuero interno, qué habríamos hecho de encontrarnos en esa situación. ¿Habríamos tenido el coraje de no ceder? La ética solo se pone a prueba cuando el dilema es desgarrador.

La República

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