Gobernar la CTi

La pandemia nos ha traído cosas buenas dentro de todo. Una de ellas es indiscutiblemente el atractivo que tanto “tirios y troyanos” le han encontrado a la temática CTi. Ese nivel de consenso también se puede encontrar en que muchas de las barreras que científicos e investigadores están padeciendo para poner en el mercado sus prototipos se resolverían si existiese en el Perú un buen modelo de gobernanza de la CTi.

¿Cómo se resuelve este asunto? Muy simple. Identificando que el rompecabezas tiene tres piezas muy grandes, con contenido distinto. Veamos:

Pieza uno (estrategia); hoy nadie duda de que la CTi es la vía para sacar al país de un presente precario. También hay conciencia de que esta pieza se ubica en el mediano plazo. Pieza dos (política); aquí hay problemas, porque por alguna razón en el Perú se percibe que da más influencia “reinventar la rueda”. O sea, aun cuando hay consenso en que necesitamos CTi, cada gobierno ha venido cambiando el mapa de ruta y por eso estamos empezando de cero, siempre. Pieza tres (ejecución); aquí hay duplicidad, a consecuencia de que “lo político” se “resetea” con frecuencia. Por tanto, no se ejecuta bien, no hay resultados o peor, hay parálisis por confusión.

Para que en el Perú hacer CTi no sea más un esfuerzo heroico, el próximo debate electoral tiene que identificar bien estas tres piezas, y hacer un claro esfuerzo por diluir todas las fallas de coordinación existentes para armar el rompecabezas. Y eso va más allá de invocar la facilista solución de armar un ministerio ad hoc.