¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

La fecha

"El primer ministro le ha salido al paso a los posibles problemas, con la sugerencia de que se alargue el horario de las mesas de votación y se extienda la jornada electoral a dos días".

Las elecciones del 2021 ya están convocadas para el 11 de abril. En principio Martín Vizcarra lo habría decidido para disipar versiones sobre un deseo de prolongar su presidencia, y a la vez para atajar algunas pretensiones parlamentarias de calentar la curul un tiempito más. Había una propuesta para mover la votación hacia mayo.

Quizás Vizcarra lo hizo también para reintroducir algo de estabilidad en la escena política. Como si la perspectiva de un nuevo parlamento dentro de nueve meses pudiera hacer me nos atroz al actual. A la vez se trata de un tácito llamado a que los partidos ya se vayan poniendo las pilas políticas, y alistando sus candidaturas.

Visto desde una intensidad pandémica como la nuestra hoy, el proceso electoral es un fuerte desafío práctico. La situación se habrá suavizado algo, pero nunca se sabe. La conducta del virus en el mundo se muestra más bien errática, y para entonces podríamos estar en medio de un rebrote, al menos en algunas regiones.

El primer ministro le ha salido al paso a los posibles problemas, con la sugerencia de que se alargue el horario de las mesas de votación y se extienda la jornada electoral a dos días.

Partidos y candidatos se están tomando su tiempo para iniciar las campañas, a la espera de que se aclare el panorama. Por ejemplo, que Vizcarra no sea candidato no necesariamente implica que no vaya a haber una candidatura fuertemente oficialista. Además las encuestas todavía pueden dar algunas sorpresas.

Tomarse su tiempo en este caso quiere decir sobre todo no pronunciarse, ni personal ni partidariamente, sobre la crisis política en curso. Pero como la crisis no se va a ir, los políticos inevitablemente se la van a encontrar. Salvo que veamos candidaturas que simplemente no se den por aludidas, como está sucediendo ahora.

Es una pena que la convocatoria no haya tomado en cuenta la postergación de la elección hasta mayo. Pues el plazo entre la primera vuelta y la juramentación del nuevo gobierno ha demostrado ser demasiado largo, con fi guras electas paseando por un innecesario limbo. Pero ciertamente este es un asunto menor frente a los que vamos a ver en esa primavera.