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El único país del mundo que posee los 4 minerales necesarios para ser una potencial mundial: Europa depende de él

En Asia, una nación controla el mercado de minerales esenciales para la tecnología. Europa depende en gran medida de estas reservas para sus industrias y su economía.

China controla el mercado de los cuatro minerales críticos,  fundamentales para la tecnología moderna y la revolución verde. Foto: Pexels/Freepick
China controla el mercado de los cuatro minerales críticos, fundamentales para la tecnología moderna y la revolución verde. Foto: Pexels/Freepick

Asia ha consolidado su dominio global al controlar los minerales clave que impulsan la tecnología actual. Estas materias primas no solo son fundamentales para el desarrollo de baterías y microchips, sino que también están en el corazón de la transición hacia una economía más verde. Otras regiones, como Europa, dependen enormemente de las exportaciones de un país asiático para sostener sus industrias.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) informó que la demanda de estos minerales está creciendo a un ritmo acelerado, complicando los esfuerzos por asegurar un suministro estable. Esta situación convierte al país en un actor central no solo en la economía, sino también en la geopolítica mundial.

¿Cuál es la potencia mundial que posee los 4 minerales?

China es el único país en el mundo que posee un gran control sobre los cuatro minerales más críticos: cobre, litio, níquel y cobalto. Estos minerales son vitales para la producción de tecnologías limpias, como las baterías de los coches eléctricos y los microchips utilizados en todo tipo de dispositivos. Esta posición privilegiada ha permitido no solo dominar el mercado global, sino también establecer un papel estratégico en la economía mundial.

 El cobre es esencial en la tecnología debido a su alta conductividad eléctrica, lo que lo convierte en un material clave en varios dispositivos. Foto: Pixabay

El cobre es esencial en la tecnología debido a su alta conductividad eléctrica, lo que lo convierte en un material clave en varios dispositivos. Foto: Pixabay

La importancia de estos minerales ha crecido en los últimos años debido a la transición energética y la creciente demanda de productos electrónicos. En este contexto, el científico Vaclav Smil señala que, estos elementos son tan esenciales para el mundo moderno como lo fueron el cemento, el acero, los plásticos y el amoniaco durante el siglo XX. Su disponibilidad es clave para sostener la revolución verde y garantizar el suministro de tecnología avanzada a nivel global.

Líder en el control de materiales para la tecnología

El dominio de China no se limita a la extracción de estos minerales, sino que también abarca el refinamiento y procesamiento. Controla el 60% de la producción global de tierras raras, cruciales para fabricar dispositivos electrónicos de alta tecnología. Además, ostenta el 50% del mercado de refinado de litio, el 70% de cobalto y el 35% de níquel, lo que le otorga un poder casi monopólico en la cadena de suministro mundial.

 Europa depende en un 90% de las exportaciones chinas de estos minerales, lo que representa un desafío para su industria tecnológica. Foto: Pexels

Europa depende en un 90% de las exportaciones chinas de estos minerales, lo que representa un desafío para su industria tecnológica. Foto: Pexels

Este control ha permitido fortalecer su posición como un actor indispensable para la industria tecnológica global. Las cifras hablan por sí solas: el 90% de las celdas de batería del mundo y el 80% de los cátodos se fabrican en China. Este dominio se extiende a otros productos de alto valor, como los microchips, lo que hace que otros países, incluidos EE. UU. y Europa, dependan fuertemente del gigante asiático para mantener el ritmo de la innovación tecnológica.

La dependencia de occidente por China

La dependencia de occidente por los minerales que controla China ha generado una preocupación. Europa depende en un 90% de las exportaciones chinas para garantizar el suministro de los minerales críticos que impulsan sus industrias tecnológicas. Este nivel de dependencia plantea importantes riesgos económicos y geopolíticos, especialmente en un contexto de tensiones crecientes entre las potencias globales.

En respuesta, algunos países han comenzado a buscar alternativas para reducir su vulnerabilidad, como la exploración de nuevas fuentes de minerales en África y América Latina. Sin embargo, la capacidad de China para refinar y procesar estos recursos sigue siendo insuperable. La Agencia Internacional de Energía estima que la demanda de estos minerales aumentará exponencialmente en las próximas décadas, lo que hace aún más urgente la búsqueda de soluciones para diversificar las fuentes de suministro y reducir la dependencia.