Protestas en Chile contra el abuso policial deja 45 personas detenidas
Alrededor de 600 personas se congregaron el viernes en Santiago para protestar en contra de la brutalidad policial, hecho que produjo enfrentamientos con los agentes.
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Un furgón policial quemado, artículos de protección antidisturbios robados y 45 detenidos, fueron las consecuencias que informó este sábado el cuerpo de Carabineros —Policía militarizada chilena—, tras hacer un balance de las manifestaciones ocurridas el viernes 12 de febrero en contra del abuso de los agentes en el centro de Santiago.
Según el informe, alrededor de 600 personas se congregaron en la emblemática Plaza Baquedano para protestar, suceso que provocó enfrentamientos con la Policía en zonas aledañas cuando las fuerzas antidisturbios intentaron disuadir la movilización con carros lanza aguas y tanquetas lanza gases.
De acuerdo a lo recabado por la Policía, 32 uniformados resultaron heridos durante los enfrentamientos callejeros, dos de ellos de gravedad.
El choque violento entre manifestantes y las fuerzas de seguridad obligó a la empresa Metro a cerrar sus estaciones cercanas al lugar de los hechos, lo cual ocasionó que el servicio de trenes fuera suspendido al término de la jornada.
Las protestas, que resurgen cada viernes por la tarde en la capital chilena, se intensificaron luego de que un efectivo policial matara a tiros a un malabarista en el sur del país hace una semana, hecho que desencadenó graves incidentes en la localidad de Panguipulli, donde manifestantes levantaron barricadas al tiempo que fueron incendiadas 10 instituciones públicas.
Un furgón policial quemado, artículos de protección antidisturbios robados y 45 detenidos, fue el balance de la Policía tras las manifestaciones del viernes. Foto: EFE
El efectivo de Carabineros, que tiene el grado de sargento y fue identificado como Juan González Iturriaga, fue formalizado por homicidio simple tras descartar el Ministerio Público la tesis de la legítima defensa.
Chile vivió a finales de 2019 la crisis social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de muertos y miles de heridos, además de señalamientos por violaciones a los derechos humanos hacia las fuerzas de seguridad.
Las críticas contra el cuerpo policial, otrora bien valorado por la ciudadanía, se intensificaron en octubre de 2020, a pocos días del primer aniversario del estallido social, cuando un agente lanzó a un menor al cauce de un río durante una protesta.
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