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Colombia: senadora duda de niña violada por militares y desliza que busca afectar al Ejército

María Fernanda Cabal desvirtuó denuncia de menor indígena y afirmó que el caso puede ser "un falso positivo como ha sucedido antes". Ejército y justicia del país están en jaque.

Foto: Difusión.
Foto: Difusión.

Revuelo en Colombia. María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, desvirtuó el caso de una niña indígena violada por siete militares y advirtió al Ministerio de Defensa que podría ser un “falso positivo como ha sucedido antes”.

Este jueves 25 de junio, la funcionaria dio retuit a un usuario que expresó que los soldados “ya fueron condenados” con una “denuncia de un gobernador de un resguardo, en zona fariana y con “reintegrados”.

Sus declaraciones provocaron la reacción de la Fiscalía delegada para la Seguridad Ciudadana, quien se limitó a decir que es una mera “apreciación personal”.

La postura de María Fernanda Cabal se antepone a la del propio Ejército de Colombia y del presidente Iván Duque, quienes exigieron una investigación drástica e “inaugurar” la cadena perpetua en el país.

El Senado de Colombia aprobó la semana pasada la cadena perpetua para los violadores de niños, iniciativa que reforma el artículo 34 de la Constitución.

Los involucrados en la violación sexual, reclutas de entre 18 y 22 años que prestaban el servicio militar obligatorio, fueron relevados de sus servicios, avanzó el mayor general Luis Mauricio Ospina, comandante de la Quinta División del Ejército.

Añadió que el caso irá a la justicia penal ordinaria en vez de a un tribunal militar y que el Ejército “seguirá los parámetros que a esto corresponde”.

La menor de 12 años, perteneciente al pueblo embera katío, fue secuestrada y violada el lunes pasado en el caserío de Santa Cecilia en el departamento de Risaralda (centro) por siete uniformados del Batallón San Mateo, según los detalles que aparecieron miércoles en medios locales.

Fue la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) quien hizo pública la acusación en un comunicado en el que el gobernador del resguardo Gito Dokabu-embera katío, Juan de Dios Queragama, solicitó a las autoridades la entrega de los militares implicados a la justicia indígena.

“Esta no solo ha sido una agresión para nuestra niña y su dignidad como ser humano y como miembro de un pueblo ancestral, ha sido una agresión para todo nuestro pueblo embera katío, y un acto que defrauda la confianza que hemos depositado en ellos como representantes del Estado”, expresó Queragama.

Se trata, además, de la enésima mancha que recae sobre los militares de Colombia, quienes el año pasado estuvieron en el ojo del huracán tras la revelación de que al menos ocho menores de edad reclutados por disidentes de las FARC murieron en un bombardeo en el departamento de Caquetá.

Con información de EFE.

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