washington,EFE. La inminente nominación de un nuevo juez del Tribunal Supremo de EEUU ha puesto de nuevo al aborto en el centro del debate, donde conservadores y progresistas juegan desde hace cuatro décadas con las pasiones que genera la posible ilegalización de esa práctica.Mientras el presidente Trump se prepara para anunciar este lunes a un sustituto para el juez recién jubilado Anthony Kennedy, algunos se frotan las manos y otros claman al cielo ante un giro a la derecha en la corte. El propio Trump, que hace dos décadas se declaraba “muy a favor” del derecho de las mujeres a decidir sobre su embarazo, se rodeó de férreos conservadores como Mike Pence, quien este año pronosticó que su generación llegaría a ver el fin del aborto legal en EEUU.❧