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Juan José Campanella: “Es un pecado no tener una plataforma de cine latino”

Cineasta. El director ganador del Goya y un Óscar por El secreto de sus ojos, dirige El cuento de las comadrejas, el remake de una historia sobre el cine. “El primer boceto lo escribí hace 22 años”.

Especial para La República

Paulo Rosas Chávez

Graciela Borges interpreta a una estrella de la época dorada del cine argentino. Vive en una casona junto a un actor sin tanto éxito, un escritor frustrado y un director de cine. “Con este elenco no había llegadas tarde ni nadie que no haya estudiado la letra. No había muestras de ‘divismo’”, sostiene Juan José Campanella, director de El hijo de la novia y El secreto de sus ojos. La cinta se estrena este jueves.

En los últimos años te dedicaste más a la televisión y al teatro. ¿A qué se ha debido este espaciado silencio en el cine?

Tan fusilado quedé tras la experiencia de hacer Metegol que me quise dedicar durante un tiempo al teatro y después a reconectarme un poco con el trabajo de otros. A mí me gusta dirigir guiones de otros y eso ocurre más en televisión que en el cine. Estamos viviendo una especie de renacimiento de la televisión, los aspectos cinematográficos se cuidan mucho, y me ofrecieron hacer algunas cosas que me interesaron. Eso, acoplado con la cuestión de que no encontraba una historia que me valiera la pena hacer en cine, hizo que pase el tiempo. Ahora estamos con esta película, que hace mucho que venía preparando, hace 22 años escribí el primer boceto de esta película.

Esta adaptación es una comedia negra en la que uno de los grandes temas es, precisamente, el cine. ¿Cómo fue trabajar esta temática?

Yo no quería hacer, y creo que no lo hice, una película para la que hay que saber de cine. Fuimos agregando, a lo largo de los años, distintas vueltas de tuerca, nuevos diálogos, capas nuevas de temas y significados. Lo que más tuve que fijarme es que no sea para especialistas, que quien la vea no haya tenido que haber estudiado cine para entenderla. Además, algo que quedó lindo es que al principio, cuando escribí la primera versión, estos viejos habían hecho cine en la época de los 50, pero ahora son de los 60 y 70. O sea, son otro tipo de personajes, ya no son viejitos que juegan a las bochas sino que juegan al pool, chupan y escuchan rock.

¿Sigues pensando que nunca harías una película de Diego Maradona?

No es por las características del personaje. Yo no soy una persona de fútbol y si hiciera una película sobre un gran futbolista, tendría que ser una persona que me interese, además de como futbolista, como persona. Maradona es interesante desde un punto de vista dramático. Pero no es lo que yo quisiera trabajar.

Pero sí te interesa Messi.

Me encantaría. Es una persona que, sin conocerla, la siento más afín a mí como persona, no como futbolista (risas). Me da la impresión de que no se la cree, que es más normal.

Latinoamérica vive un momento político particular. En Perú, en Argentina y sobre todo en Venezuela. ¿Es este un buen insumo para hacer cine?

Desde que nací sé que vivo en un continente en crisis (risas). Maduro no es nada más que una nueva forma de una crisis que antes eran gobiernos militares. Por lo menos en este momento, a mi juicio, tenemos una sola dictadura en Latinoamérica, que es Venezuela. Con todos los problemas económicos, en lo que va de mi vida, es el mejor momento. Ahora, para el cine, ahí cada país tiene que ver qué es lo que quiere.

Hoy tenemos plataformas como Netflix con producciones latinas. ¿El streamming es una oportunidad?

Totalmente. Cuando fui presidente de la Academia (de Argentina), hace unos años, estuve tratando con otras personas para hacer una especie de Netflix latinoamericano y no se pudo hacer por temas de derechos y territoriales. Tendríamos que hacer una plataforma porque es un pecado (no hacerla). Países como Perú, Colombia y Argentina deberían formar un bloque artístico, porque tienen muchas similitudes. Nosotros tenemos una historia en la industria, pero Colombia y Perú han crecido. Son tres países con una buena industria y tendría que haber más intercambio.

La clave

Oscar a mejor película extranjera. Campanella obtuvo la estatuilla en el 2010 por El secreto de sus ojos. Ese año compitió Ajami, Un profeta, La cinta blanca y la peruana La teta asustada, de Claudia Llosa.

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