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Elecciones

Salvador: “Votemos con memoria, está en riesgo que retrocedan grandes reformas”

La candidata al Congreso del Partido Morado habló sobre sus propuestas para la comunidad LGTBIQ+ y educación. Impulsará, además, una denuncia constitucional contra Merino.

Es la segunda vez que Gabriela Salvador postula al Congreso de La República. Foto: difusión
Es la segunda vez que Gabriela Salvador postula al Congreso de La República. Foto: difusión

Abogada, ambientalista, lesbiana y con una postura política de izquierda progresista. Se llama Gabriela Salvador y postula al Congreso por el Partido Morado con el número 7. Quiere llegar al Parlamento para renovar la política y luchar contra la corrupción, y también, señala, para devolverle la legitimidad a la entidad legislativa.

En 2020 fue candidata congresal con el Frente Amplio, pero no logró obtener un curul. Para las Elecciones Generales 2021, lo intenta con la agrupación morada. Asegura que allí encontró “los principios de una izquierda progresista, en la cual el ciudadano está en el centro de las políticas públicas y en la que, ante cualquier interés partidario político, está siempre la defensa de los derechos fundamentales”.

En su camino al Parlamento, tiene en mano diversas propuestas. En temas LGTBIQ+, por ejemplo, buscará aprobar el matrimonio civil igualitario. “No estamos pidiendo derechos especiales, estamos pidiendo los mismos derechos. Y abro un paréntesis. Esta no es una propuesta para que Gabriela Salvador quiera casarse. Yo no creo en el matrimonio, pero sí creo que aquellas personas LGTBIQ+ que quieran unir su vida tienen todo el derecho de poder hacerlo”, asegura.

Y agrega: “Estamos planteando en este proyecto que cualquier niño o niña que esté dentro de esta unión sea reconocido como hijo o hija cuando hablamos de familias diversas”. También lleva consigo los proyectos de cuota electoral de la población LGTBIQ+ y una ley que prohíba las conductas correctivas.

“Cuando hablamos de conductas correctivas no estamos hablando solamente de terapias a las cuales personas LGTBIQ+ terminan asistiendo obligadas, sino también ante violaciones sexuales hacia personas LGTBIQ+ o torturas” a aquella comunidad. “En pleno siglo XXI, seguir hablando de una conducta correctiva cuando no hay nada que corregir definitivamente es algo que no podemos seguir permitiendo”, añade.

Sin embargo, las nuevas bancadas que ingresarían al Congreso serían en su mayoría de derecha y conservadora. ¿Se podría avanzar con las propuestas que usted plantea en un escenario así?

El riesgo que tenemos el 11 de abril es sumamente alto. Van a llegar probablemente muchos grupos más allá de derecha, porque también hay grupos de izquierda como el del señor Castillo, que tiene discursos conservadores, y que son pro derechos fundamentales cuando les conviene, pero cuando hablamos de la comunidad LGTBIQ+, cuando hablamos de mujeres, ahí sí se olvidan. Frente a eso, la experiencia. Yo he sido asesora parlamentaria en los últimos tres años y medios. Eso te enseña a que sí se puede lograr este tipo de cosas a través de dos formas: incidencia política, trabajar de la mano con organizaciones sociales, LGTBIQ+ y de derechos humanos, pero también el boca a boca, el ir detrás de cada uno de los congresistas y hacer un trabajo de hormiga constante, para conversar con cada uno de ellos y ellas de la importancia de estas normas.

El Partido Morado también ha propuesto un referéndum para una nueva constitución. ¿No cree que, en una sociedad conservadora como la actual, podría ser perjudicial para poblaciones vulnerables como pueblos indígenas o la comunidad LGTBIQ+?

No estamos hablando de una nueva constitución que va a ser trabajada por 130 congresistas. Estamos hablando de hacer un nuevo pacto social, no reformas. Y esto se tiene que hacer a través de una Asamblea Constituyente que no va a ser de la noche a la mañana. Esto es un debate que tiene que ser abierto. Esto es algo que tiene que ser pensado, no a través de un Gobierno de facto como lo fue en 1993, sino de la mano de la sociedad, y ver de qué manera introducimos en este nuevo pacto social derechos fundamentales para todas y todos. Tiene que tener un enfoque de interculturalidad, un enfoque de género, un enfoque ambiental y social.

¿Y en el aspecto económico?

Definitivamente, estamos a favor de la inversión privada. La inversión es importante. La materia económica es importante, pero la materia económica tiene que ser responsable, ambiental y socialmente hablando.

Usted ha indicado que quiere luchar contra la corrupción, renovar la política, devolverle la legitimidad al Congreso, pero ¿cómo podría lograr eso cuando, al parecer, entrarán bancadas cuyos líderes están siendo investigados? Incluso hay uno sentenciado.

Justamente renovando la política, porque este 11 de abril tenemos que cambiar la historia de nuestro país con nuestro voto. Y el riesgo es altísimo, de que puedan llegar grupos de poder como Avanza País, Victoria Nacional, Renovación Popular, Fuerza Popular, Acción Popular, que tienen en sus filas a personajes vinculados a la corrupción y que, sabemos, blindaron a organizaciones criminales. Pero eso no impide que congresistas como los de la bancada morada, de llegar al Congreso, vamos a ser firmes en esa lucha contra la corrupción. Sobre todo, tenemos que reactivar el caso Chávarry. No se ha cerrado el caso Alarcón. No se ha cerrado el caso Hinostroza. No se ha cerrado el caso de Los cuellos blancos. Y tenemos que denunciar al señor Merino por lo sucedido en noviembre del 2020, y a quienes resulten responsables.

¿Sí se impulsará, entonces, denuncia constitucional contra Merino?

Hay que señalar dos cosas para informar un poco a la población: quien sea miembro del Partido Morado en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC) no puede presentar la denuncia. Sin embargo, en el Partido Morado vamos a presentar una denuncia constitucional contra el señor Merino por los hechos sucedidos en noviembre de 2020. Y estaremos detrás de la misma y haciendo la incidencia debida con nuestros miembros o con la persona que nos represente en la SAC para que esta denuncia se dé y se agende.

A fines del año pasado y en enero, ustedes estaban en buena posición en cuanto a las preferencias. Desde entonces bajaron. ¿Qué pasó en su campaña?

Hay que explicar tres cosas. Lo primero es que esta es una campaña atípica, en la cual no se ha hecho el despliegue territorial porque hemos tenido confinamiento focalizado y, en una campaña, la conexión es importante. El poder hablar con las personas, el poder estar del lado de la ciudadanía, el poder comunicar, no a través de una pantalla sino el boca a boca, es importante. El segundo factor es que, frente a esta campaña atípica, lo que sí hubo era la presencia mediática. Y lo han denunciado en más de un medio. Pero ¿cuántas veces ha salido el señor López Aliaga en Willax? ¿27, 30? ¿Cuántas veces ha salido el señor Lescano en diferentes medios de comunicación? Más de 10, 15. ¿Cuántas veces le dieron la posibilidad a Julio de salir en medios de comunicación? Lo mediático juega en contra del Partido Morado. No solamente no se le ha dado espacio a Julio Guzmán, sino que tampoco se le ha dado espacio a candidatos morados, y tampoco a nuestra vicepresidenta, Flor Pablo.

¿Ustedes creen que no se le ha dado el debido espacio en canales de televisión? Porque sí se ha visto a los candidatos morados en pantalla.

¿Cuantas veces ha ido el señor López Aliaga en Willax?

Pero Willax es un caso aparte. Ya todos sabemos cuál es su tendencia...

¿Cuántas veces ha ido el señor López Aliaga en Latina? ¿Cómo lo entrevistaron en Panamericana Televisión hace poco? El señor Guzmán no recibía invitación o se les cerraba las puertas para asistir a medios y esa es la realidad. Nosotros sí creemos que es muy importante la labor de los medios para informar a la población. Pero hay un monopolio dentro de los medios de comunicación, con una maquinaria detrás. Son ellos finalmente quienes deciden quiénes van o no a sus espacios políticos, pero que no permiten democratizar los mismos.

¿Y el tercer motivo?

Por último, no olvidemos que el señor Guzmán tuvo COVID-19 junto con nuestra candidata a la vicepresidencia, Flor Pablo, a fines de enero. Todos los que hemos pasado o hemos tenido cercanía a un familiar o amigo con covid sabemos cómo te tumba esa enfermedad.

¿Qué propone el Partido Morado para mejorar la educación desde el Congreso?

Nosotros estamos proponiendo el derecho fundamental a la conectividad, no al internet, sino a la conectividad, que podamos acceder a nuevas tecnologías como un derecho fundamental para todos y todas. Por otro lado, se va a impulsar el cierre de brecha de la electrificación rural. Es importante que ambas cosas vayan de la mano. Finalmente, tenemos que dotar a nuestros niños y niñas de todas las herramientas posibles. La educación intercultural es fundamental. No nos podemos olvidar de nuestros niños y niñas de pueblos indígenas u originarios. Y (buscaremos) crear una superintendencia así como la Sunedu, pero para la educación básica regular. No vamos a permitir que nuestros maestros y maestras no sean evaluados como lo propone el señor Castillo. Hay que capacitarlos a ellos también, pero sin dejar de evaluarlos.

Se despide Gabriela Salvador y espera que el domingo se pueda cambiar la historia del país. “Votemos con memoria porque lo que está en riesgo es justamente que retrocedamos en las grandes reformas que hemos avanzado: paridad y alternancia. Y están en riesgo los derechos fundamentales de todas las personas”, concluye.

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