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Economía

Un intercambio sobre la vigencia de Carlos Marx

“Las proposiciones económicas de Marx sobre el capitalismo siguen siendo plenamente vigentes y lo mismo puede decirse de su método de investigación”

Nelson Manrique
Nelson Manrique

En un artículo titulado “Persistencia de Marx” Carlos Tovar aborda polémicamente algunas proposiciones que he publicado sobre el gran pensador alemán. Le agradezco animar el debate.

Tovar me critica haber afirmado que “el horizonte intelectual de Marx se limita al capitalismo industrial”. Aquí parte de un error de lectura. No he opinado sobre el “horizonte intelectual” de Marx (dicho sea de paso, lo considero un genio) sino sobre su “horizonte histórico”. Los coetáneos compartimos un mismo horizonte histórico. El nuestro es el de las computadoras, las redes, Internet, la globalización, etc. El horizonte intelectual en cambio es personal y es tan variado como podrían ser los de Héctor Becerril y Karina Beteta comparados con los de Aníbal Quijano y María Rostworowski.

Cuando Carlos Tovar alude a las reflexiones de Marx sobre el “capital financiero”, comete un anacronismo. Marx habla del “capital bancario” que es la forma histórica particular que adoptaba en su época el capital a interés. La categoría “capital financiero” fue popularizada por Lenin cuatro décadas después de la muerte de Marx, en otro horizonte histórico, y es definido por Lenin como el resultado de la fusión del capital industrial con el capital bancario.

Aparentemente Carlos asume que para mí Marx ha dejado de ser vigente. Preciso lo que he afirmado: “Las propuestas políticas (subrayo esta última palabra) de Marx respondían a lo que eran las condiciones sociales imperantes de esa fase histórica particular (el capitalismo industrial), pero éstas han dejado de tener vigencia en la nueva fase que está actualmente en despliegue y que Marx no pudo prever: el capitalismo informacional”. Preciso qué ha cambiado de un horizonte a otro: “A nivel planetario se vive hoy la decadencia de los partidos proletarios, la migración de amplios sectores de la clase obrera a posiciones conservadoras y a una involución política en los países desarrollados marcada por el éxito del populismo conservador”. Cuando hablo de las “proposiciones políticas” de Marx que han perdido vigencia me refiero a las de la centralidad del proletariado y su papel dirigente en la revolución social, su papel de portador del germen de una nueva sociedad, contenida en sus condiciones de vida, la dictadura del proletariado, etc. En cambio, las proposiciones económicas de Marx sobre el capitalismo como modo de producción, la lógica de la acumulación del capital, las crisis periódicas, etc. siguen siendo plenamente vigentes y lo mismo puede decirse de su método de investigación, para mí la herramienta más valiosa para la comprensión de la sociedad contemporánea.

Carlos tiene otra lectura errónea cuando me hace decir que en el capitalismo industrial “el capital era tangible”, para luego desarrollar una larga explicación de por qué no es así. Transcribo lo que he escrito: “Durante la fase industrial la riqueza era tangible”. Bajo ciertas condiciones históricas la riqueza puede convertirse en capital, pero los dos términos no son sinónimos. Cita luego la proposición de Marx de que el capital es una relación social, para de ahí deducir que no tiene materialidad. Precisemos: el capital, como categoría económica, es una relación social mediada por el intercambio con la naturaleza, lo cual introduce el principio de materialidad. En la sección cuarta de El capital Marx hace un minucioso análisis de las metamorfosis del capital, en las cuales este se encarna sucesivamente en elementos materiales e intangibles: capital dinerario, capital industrial, medios de producción (capital constante), mercancías, fuerza de trabajo (capital variable), etc.

Queda pendiente lo del capitalismo informacional.

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