SexualidadSandra Campó es una graduada en literatura e investigadora de la sexualidad femenina que reivindica el onanismo de la mujer como un acto libertario. "Conócete a ti misma y no dejes tu placer en manos de otro". Esa es su proclama.,Placeres solitarios ,"La primera vez es contigo misma", Sandra Campó (Lima, 1983) se queja porque en el libro de sexualidad que mandó a pedir por Amazon, el de las noruegas Nina Brochmann y Ellen Stokken Dahl que tiene el prometidor título El libro de la vagina (2017), no hay ni un capítulo dedicado a la masturbación femenina: "Había uno entero sobre la primera vez [que evoca a la primera relación coital], pero yo creo que la primera vez es contigo misma cuando te empiezas a tocar", insiste. Campó es una proselitista del tocamiento íntimo femenino. Para esta graduada en literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, este acto individual de placer es un derecho que toda mujer debe conquistar para lograr su liberación sin culpas ni risitas nerviosas. "La masturbación es una práctica que promueve el autoconocimiento corporal -dice-, al explorar tu cuerpo, conoces la anatomía de tus genitales, y consigues cierta autonomía sexual porque eres tú la que te da placer y no dependes de otro", explica esta escritora que le da la vuelta al aforismo griego que dice 'conócete a ti mismo' y lo dice en femenino. Campó considera que el patriarcado se ha metido hasta en nuestra cama, pues en sociedades como la nuestra solo se concibe el placer como consecuencia del coito con un hombre. Todos los placeres que no provengan de esta unión son prohibidos o inferiores. El placer de la mujer queda entonces en manos de ellos. "¿Por qué la gente piensa que una solo tiene vida sexual cuando tiene pareja? Nos han enseñado que lo normal es el sexo en compañía y que hacerlo a solas es malo o es de perdedores. ¿No se burlan los hombres entre ellos cuando uno llama al otro 'pajero'? Al menos ellos lo hablan, nosotras, en cambio, ni pío", explica. Hay mucho silencio. En tiempos en que algunas mujeres hablan del tamaño del genital de sus amantes como si hablaran del clima, aún hay reserva para hablar sobre masturbación femenina. Por ello, hace tres años, Campó se volcó a investigar sobre las experiencias solitarias de alcoba de las mujeres de su entorno. Ella fue la que tiró la primera piedra. En un largo testimonio que publicó en su blog 'Chicas malas', narró cómo después de pasar todos sus veintes entregada a sus relaciones de pareja, descubrió a sus 30 años y tras un último rompimiento, lo fructífero que fue satisfacer su deseo sexual ella misma. De esta experiencia surgió un libro Hoy tengo ganas de mí. 7 historias de masturbación femenina (2015). Ese mismo año, el sexólogo más visto por los peruanos, Marco Aurelio Denegri publicó La niña Masturbación y su madrastra Tabú. Sandra fue entrevistada por el conductor y ambos hablaron largamente sobre la satanización masturbacional, y ese mito que dice que este acto es una práctica dañina. Cortar mitos Una mujer reveló a Campó la culpa que sentía a los 11 años cuando se tocaba al quedarse sola en casa: "Tapaba una imagen del Niño Jesús", le contó Josefina (29). "Siempre supe que si mamá me encontraba tocándome, me iba a meter en problemas [...] ¿Haz hecho cosas malas con tu cuerpo?, me preguntó el cura", le dijo Rosario (35). Ambos testimonios aparecen en el libro de esta divulgadora sexual, que, además, ha comenzado a dar charlas. Ha sido invitada este año, por segunda vez, a la Universidad Cayetano Heredia como ponente en el curso de salud sexual de los estudiantes de medicina. "¡No! No te masturbas porque tu pareja no te da placer sexual. ¡No! Las mujeres que lo hacen no son ninfómanas", aclara. Dicta sus talleres también a adolescentes y toda mujer que quiera enriquecer su cultura sexual: "La mujer debe reapropiarse de su cuerpo porque si espera que todo lo haga el hombre, le está diciendo: ven, coloniza mi cuerpo", remarca. Campó dice que si hay mujeres interesadas en hablar del tema, con un ambiente donde le dejen promocionar su libro -que ha distribuido a varios países y lleva por delivery a los locales- sobra y basta. ¿Orgasmo vaginal? ¿El punto G?, esas son patrañas según Campó. El clítoris es la gran estrella del orgasmo femenino, aclara, y "para obtenerlo no hace falta un hombre, está en nuestras manos obtener placer, tenemos oro entre nuestras piernas", dice con propiedad esta entusiasta del autoservicio.