Mundial de Clubes: Sudamérica en recesión

En los años 60, las mentes que controlaban el fútbol mundial resumieron la gran disputa deportiva entre Europa y Sudamérica implementando un partido anual entre sus mejores exponentes. La llamaron Copa Intercontinental y enfrentaba al campeón de la Copa Libertadores contra el monarca de la Champions League.

Aquel partido, que 20 años después de su fundación se mudó a Japón para darle un toque de final neutral, hacía que esta parte del continente se ponga una sola camiseta para madrugar al unísono y alentar al equipo elegido ante su similar europeo. Era más que un partido, una especie de oportunidad de reivindicación histórica contra la potencia opresora.

Sudamérica saboreó 22 triunfos sobre los 21 que cosecharon los del viejo continente, haciendo del fútbol uno de los pocos ámbitos en los que podíamos inflar el pecho ante los del otro lado del charco. Todo cambió a partir del 2005 con el nacimiento del Mundial de Clubes. Un punto de quiebre que no fue una causa en sí misma, pero que sirve de punto de inflexión para una debacle que año a año se ha ido agudizando.

Fútbol del tercer mundo

Desde el inicio del Mundial de Clubes, Sudamérica solo ha ganado 3 de 15 ediciones, todas las demás fueron dominadas por europeos. Las razones son variadas: va desde la migración temprana de jugadores a Europa hasta el retroceso en competitividad de la Copa Libertadores. Lo cierto es que el representante sudamericano ya dejó de ser una amenaza en este torneo.

Basta solo ver que de las 15 finales mencionadas, 4 de ellas no tuvieron a un sudamericano por haber sido eliminado por un club africano o asiático. La última muestra de ello se dio hace dos días cuando un opaco Palmeiras perdió por 1-0 ante Tigres, desluciendo aún más su discreta actuación en la final de la Libertadores ante Santos.

Pero lo de Palmeiras no fue ni por asomo tan sorprendente como lo que le sucedió a River Plate en el 2018. El cuadro de Marcelo Gallardo llegó a Emiratos Árabes para sacarle lustre a la Libertadores que le ganó a su eterno rival, Boca Juniors, sin embargo, cayó ante el sorpresivo local Al Ain en penales. Este fenómeno se repitió cuando Atlético Nacional fue eliminado por Kashima Antlers de Japón en el 2016 y en el 2013, cuando el Raja Casablanca dio cuenta del Atlético Mineiro de Ronaldinho.

De hecho, si nos queremos remontar al último título sudamericano tendríamos que retroceder 8 años para encontrar el triunfo del Corinthians por 1-0 sobre el Chelsea con anotación de Paolo Guerrero, el último gol sudamericano en una final mundial. Antes de eso, solo encontramos los títulos del Inter de Porto Alegre (2006), Sao Paulo (2005) y Corinthians en el experimento del año 2000.

El jueves nos tocará ser espectadores nuevamente, testigos desde las gradas de como el fútbol crece en otras partes del mundo mientras que nuestros campeones siguen bajando la vara de medición.

Postales

Incrédulos. River Plate se retiró con la cabeza gacha tras empatar 2-2 con el Al Ain y luego perder la definición por penales. Vencieron 4-0 al Kashima Antlers por el tercer puesto, pero fue poco consuelo.

Goleador. Paolo Guerrero marcó el 1-0 con el que Corinthians ganó el último Mundial de Clubes para Sudamérica hasta la fecha. El tanto del peruano sigue siendo el último de un sudamericano en una final.

Sin magia. Ni un gol de Ronaldinho pudo evitar la caída del Atlético Mineiro por 3-1 ante el Raja Casablanca de Marruecos en el 2013.

Lewandowski mete al Bayern en la final

Bayern Munich no tuvo muchos problemas para superar al Al Ahly de Egipto por 2-0 y acceder a la final del Mundial de Clubes. Los goles ‘bávaros’ fueron anotados por el polaco Robert Lewandowski. El cuadro alemán buscará su segundo título (el anterior fue en el 2013) este jueves 11 de febrero ante Tigres de México.

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