¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?
Deportes

Diego Maradona: el encuentro de dos periodistas peruanos con ‘Dios’

Los enviados especiales de La República al Mundial de Brasil 2014 cuentan en detalle cómo lograron una exclusiva con Diego Armando Maradona.

Diego Armando Maradona, campeón del mundo en México 86, posa con la bandera de La República. Foto: Composición de FIFA y La República
Diego Armando Maradona, campeón del mundo en México 86, posa con la bandera de La República. Foto: Composición de FIFA y La República

Por: Carlos Salinas

Tener un encuentro con Diego Armando Maradona, sin coordinación o cita previa, siempre fue una misión imposible para todo periodista. En realidad, siempre lo fue para cualquier mortal que deseara abrazarlo, tocarlo, sacarle un autógrafo, una foto, un selfie o tan solo quisiese estar cerca del ‘Pelusa’, salvo que él mismo decidiese abrirse a los hinchas que anhelaban un encuentro que atesorarían de por vida. Desde que emergió a la fama en Argentina y hasta el final de su presencia terrenal, ‘Dios’ anduvo rodeado de un séquito infranqueable, el cual nadie podía traspasar sin autorización.

Y si el entorno para buscar a Diego era en una Copa del Mundo, la misión se hacía cuesta arriba, porque había que competir con miles de periodistas de todo el planeta que anhelaban lo mismo: una exclusiva sin cita previa. Así de difícil fue cuando era jugador y así lo siguió siendo cuando el ’10′ fue a los mundiales como técnico o comentarista de alguna cadena televisiva. Y como Maradona sabía del mayúsculo interés que despertaba su presencia, colocaba muchos más filtros en torno suyo y limitaba el acceso solo a los periodistas con los que compartía staff televisivo o pagaban por una nota a solas con él.

Río de Janeiro, 26 de junio de 2014. El Mundial de Brasil se sacude con la expulsión de Luis Suárez. Uruguay, que aspiraba a otro Maracanazo, perdía a su principal baluarte en el ataque. El Pistolero quedaba fuera de la Copa por morder a Giorgio Chielini en el partido que los charrúas ganaron a Italia y con el que clasificaron a los octavos de final. Se caían las ilusiones orientales como también las de quien suscribe esta nota. Junto con Michel Dancourt, enviados especiales de La República y Líbero a Brasil, llevábamos cuatro noches, y sus respectivas madrugadas, “haciéndole la guardia” a Maradona en las afueras del IBC de Barra de Tijuca, lugar al que llegaba todos los días sobre las 11.00 p. m. para hacer un programa de dos horas junto con Víctor Hugo Morales.

Lo habíamos visto entrar y salir del IBC, cuatro noches y sus respectivas madrugadas, sin lograr nuestro propósito de conversar con él, pese a que, curiosamente, éramos dos los periodistas que estábamos dispuestos a esperarlo cuatro o cinco horas por nada. Apenas un “hola” o un “adiós” eran las palabras de cortesía que nos dispensaba. “Lo siento, chicos, pero Diego no hablará hoy. No lo incomoden por favor. Quizá mañana sí acepte una nota”, nos decía cada noche su productora, una periodista argentina que se confesaba amante del Perú y que de a poco se hizo nuestra cómplice en el propósito de hablar con Diego.

Pero ese 26 de junio de 2014, al volver por quinta noche consecutiva al IBC, y cuando la esperanza por la exclusiva con Diego parecía perdida, un “hoy sí hablará con ustedes” de su productora renovó nuestra ilusión. Luciendo un polo que decía “Fuerza Luisito”, vino a nuestro encuentro apenas bajó del lujoso auto que lo transportaba por Río de Janeiro. Y sí, luego de presentarnos como periodistas peruanos fuimos directo al grano: habló de lo que para él fue la injusta expulsión del ‘Pistolero’, de las opciones que tenía Argentina de ser campeón y de Perú, que, por esas épocas, no sabía lo que era volver a un Mundial. La entrevista era al paso y acabó cuando Maradona entró a su set de TV en IBC.

No olvido el rostro de felicidad de Michel Dancourt y el estado de éxtasis absoluto en el que se encontraba. Yo, al igual que él, seguía sin creer que habíamos logrado entrevistar al que muchos consideran el mejor futbolista de todos los tiempos. Sin embargo, la angustia nos embargó al darnos cuenta de que no teníamos una foto que testimoniara el encuentro exclusivo de Maradona con La República y Líbero. Había un video de él conversando con nosotros; pero, debido a que fue una entrevista al paso, no había una “gran foto” para la portada o para la abridora de sección.

Michel Dancourt, enviado especial de La República, con Diego Maradona en el Mundial Brasil 2014. Foto: Michel Dancourt

Michel Dancourt, enviado especial de La República, con Diego Maradona en el Mundial Brasil 2014. Foto: Michel Dancourt

Y volvimos a esperar a Diego en las afueras del IBC. Si ya había sido complejo hablar con él, no teníamos certeza de que nos volviera atender y aceptara posar con la banderola de nuestro diario. Pasaron una, dos, tres, cuatro horas y casi sobre las tres de la mañana asomó nuevamente la menuda imagen del ‘Pelusa’ por la puerta de salida del gran complejo televisivo del Mundial 2014. Para nuestra suerte, su productora nos despejó el camino y esta vez nosotros fuimos a su encuentro. “Otra vez aquí, muchachos. ¿Acaso en Perú no duermen?”, nos dijo. “¿Diego, podrás tomarte una foto con nuestra bandera?’”, dijimos a lo que él replicó: “Les di una exclusiva y todavía me piden una foto con la bandera. ¡Y gratis! Ya dale, hagámoslo por el Perú”. Un par de disparos de cámara y un “chau muchachos, espero ver a Perú en el próximo Mundial”, sellaron el encuentro de dos mortales periodistas que un día decidieron, y lograron, conversar con ‘Dios’.

Diego Maradona con la bandera de La República.

Diego Maradona con la bandera de La República.

Newsletter Deportes LR

Suscríbete aquí al boletín Deportes La República y recibe de lunes a viernes en tu correo electrónico todas las novedades del deporte nacional e internacional.

Los artículos firmados por Deportes LR son redactados por nuestro equipo de periodistas especializado en cada deporte. Las publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.