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Una trampa que terminó en tragedia: los guantes con yeso de Luis Resto

Hace 37 años, los guantes rellenos de yeso de Luis Resto acabaron con la prometedora carrera de Billy Collins Jr. en una de las peleas más infames de la historia.

“Es mucho más fuerte de lo que creí, mucho más. No creí que pegara tan fuerte. Pareciera que tiene ladrillos en las manos”, fueron las palabras del boxeador Billy Collins Jr. a su padre durante uno de los descansos del combate del 16 de junio de 1983 ante Luis Resto, el último de su carrera.

Billy Collins Jr. tenía 21 años y su carrera iba en ascenso. Con un récord invicto de 14 victorias, 11 de ellas por KO., era cuestión de tiempo para que se le otorgue una oportunidad por el título mundial de boxeo. Sin embargo, un día como hoy, hace 37 años, Billy chocó con una pared, una pared de yeso.

La pelea ante el puertorriqueño Luis Resto, debía ser un trámite. Incluso, la leyenda del boxeo Muhammad Ali, quien estuvo en el Madison Square Garden esa noche, tenía claro que la victoria iba a ser categórica para el estadounidense.

Nadie esperaba lo que estaban a punto de ver. En una de las peleas preliminares al esperado evento estelar entre Davey Moore y Roberto Durán por el título mundial de peso superwelter, Luis Resto sorprendía a todos los asistentes con cada ‘bombazo’ que parecía estremecer a Collins hasta lo más profundo de su ser.

Luego de 10 rounds de tortura y 450 golpes al rostro, Collins perdió por decisión unánime. El público asistente pensaba que había presenciado una de las victorias más impensadas de la historia. Lo que en verdad vieron fue una de las trampas más grandes del boxeo, además de uno de los finales más trágicos.

Mientras ambos pugilistas se felicitaban, el padre y entrenador de Collins sintió algo raro en los guantes de Resto. Inmediatamente comenzó a gritar: “¡Todo el relleno está fuera del maldito guante!”, mientras el puertorriqueño intentaba huir.

Dos semanas después se descubrió todo. La espuma en una de las capas de los guantes de Resto había sido removida y reemplazada con yeso. La decisión de la pelea fue cambiada a ‘no contest’, pero el daño mayor ya estaba hecho.

Billy Collins Jr. sufrió daños muy serios en la cabeza y de milagro no perdió la vista, aunque las secuelas no le permitieron volver nunca más a un ring. El ver truncado su sueño lo llevó a una vorágine de alcoholismo y depresión que terminaron por costarle la vida nueve meses después en un accidente automovilístico. Una tragedia que para Collins Sr. tiene un claro responsable. “No importa lo que digan, no fue un accidente. Él se quitó la vida porque ya le habían matado”, manifestó en su momento.

Billy Collins Jr. vs. Luis Resto

Billy Collins Jr. vs. Luis Resto

En cuanto a Resto, fue inhabilitado de por vida de volver a boxear. En el 2008, lleno de culpa, admitió haber sabido siempre de la trampa y que además de eso, su entrenador Carlos ‘Panama’ Lewis también mezclaba su agua con medicamentos para el asma para ayudar a su respiración.

Un arrepentido Resto yace arrodillado frente a la tumba de Collins Jr. en los últimos instantes del documental ‘Assault In The Ring’. “Lo siento por lo que te hice”, le expresa el exboxeador a una tumba, la cual lleva en su interior los sueños de un talento innato y, que pese al tiempo, nunca será tan fría como los guantes de yeso que acabaron con su vida.

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