coraje. El equipo de Óscar Tabárez cuenta con la garantía de tener a Suárez en ataque y Godín en defensa.,Si hablamos de Uruguay lo primero que se nos viene a la mente es la palabra garra. Esa característica que muchas veces ayudó a la ‘Celeste’ a generar hazañas. Muchas veces apoteósicas como la del Maracanazo del año 50. Pero hoy es otra historia para la selección bicampeona del mundo, pues al coraje de su juego le ha inyectado ráfagas de fútbol y mucho gol. Sobre todo con sus dos máximas figuras: Luis Suárez y Edison Cavani, quienes resultan infalibles de cara al arco rival. Ellos junto con la juventud de Rodrigo Bentancur, Nahitan Nández, Matías Vecino y Lucas Torreira hacen de Uruguay un equipo a respetar. En la primera fase pasó invicto y con puntaje perfecto. En octavos fue superior a un Portugal que se sintió menos a pesar de contar con el protagonismo de Cristiano Ronaldo. El bloque bajo, las líneas juntas, el juego directo, las ayudas defensivas, el esfuerzo de cada jugador y el balón parado distinguieron a la celeste, que se crece a medida que el escenario se torna más complejo.Pero no solo Cavani y Suárez se llevan los aplausos, también está el gran caudillo, Diego Godín, hasta el momento el mejor zaguero del Mundial. Impasable en el juego aéreo y astuto para los cruces. Con él en la defensa está su compañero de toda la vida y quien seguro tomará sus banderas y la cinta de capitán, José María Giménez. A Uruguay nunca hay que darlo por muerto mientras le sobre oxígeno para respirar.