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Paso de cebra: ¿cuál es su origen y qué sanción recibiría en Perú quien no lo respeta?

Este elemento clave en la disposición de las calles de una ciudad reclama una mayor atención hacia la ordenanza que lo avala. Dos especialistas abordan su rol social y su transgresión.

Cruce peatonal en el centro de Lima. Foto: Javier Quispe Arcasi / La República
Cruce peatonal en el centro de Lima. Foto: Javier Quispe Arcasi / La República

Iconizado por la portada de The Beatles —una imagen de la banda cruzando Abbey Road, en Londres—, el paso de cebra no solo es un escenario fotográfico: es, sobre todo, un elemento urbano que regula el flujo del tráfico y teje la relación entre conductores y peatones. Estas rayas blancas pintadas en el suelo, al ser componentes de orden en la vía pública, poseen una historia y también un reglamento.

Si bien los pasos peatonales cuentan con un precedente evidenciado en las ruinas de Pompeya, es decir, hace más de 2.000 años, fue hasta inicios del siglo XX que se proliferaron en las calles de Gran Bretaña. Ahora tanto su fama como su utilidad se han extendido a nivel mundial, ya que gracias a ellos los caminantes tienen el derecho de pasar y los carros la obligación de detenerse.

Abbey Road es el paso de cebra más famoso del mundo. Foto: captura

Abbey Road es el paso de cebra más famoso del mundo. Foto: captura

La invención del paso de cebra

El primer indicio de este cruce se le atribuye a los romanos, quienes colocaban bloques de piedra en las calles para permitir que las personas transitaran sin tener que pasar por la vía donde se ubicaba el sistema de alcantarillado. Sin embargo, la primera señal fue tomando forma en 1868 en Londres, cuando el ingeniero John Peake Knight ideó un brazo de semáforo que descendía de manera manual y que estaba equipado con luces para aumentar la visibilidad durante noche. Pero en enero de 1869, el gas usado para iluminarlas se filtró y causó una explosión. El infortunio impuso un receso a la iniciativa.

En Gran Bretaña, alrededor de 1934, las calles eran zonas de conflictos. Por eso, a través de la ley en la Road Traffic Act británica, el ministro de Transporte de la época, Leslie Hore-Belisha, propuso la colocación de cruces peatonales con filas paralelas de luces y pernos para reducir el número de accidentes.

¿Y el nombre que alude a la cebra?

En 1948, el político británico James Calleghan visitó el Transport Research Laboratory y, cuando George Charlesworth —quien trabajaba para una nueva idea en el cruce seguro de peatones— le mostró el diseño blanco y negro, comentó que se parecía al patrón de una cebra. Así se popularizó su nombre.

El paso de cebra, un espacio en disputa

Sasha Chumpitaz, arquitecta urbanista, conversó con La República e indicó que el paso de cebra es el último espacio en disputa entre los vehículos motorizados y los peatones. “En su imaginario colectivo, el peatón siente, cree y piensa que estas líneas dibujadas sobre la calzada le permiten cruzar entre aceras de manera segura. Es un espacio donde el peatón todavía tiene derecho a sentirse seguro”, refiere.

Pero en el escenario real, la especialista constata que aunque en la pirámide de movilidad el peatón debería tener la preferencia “quien ocupa más espacio es el motorizado. Sigue siendo parte de un adoctrinamiento ciudadano el reconocer que el vehículo ocupa una mayor jerarquía”, argumenta.

Agrega también que “está la propia conciencia del conductor, quien sabe que tiene que parar para que funcione la ciudad, a veces una ciudad salvaje donde no se cumplen reglas”. Frente a esta dinámica caótica, Chumpitaz sugiere no solo fortalecer la educación vial, sino también repensar las dimensiones del paso de cebra. “Tenemos de tres a ocho metros para cruzar, pero contrastando con otras ciudades esto resulta ridículo. En otros lados hay espacios de 30 metros, por ejemplo. Pero todo es parte de ese adoctrinamiento”.

El paso de cebra es indispensable para la circulación de personas por la vía pública. Foto: Pexels

El paso de cebra es indispensable para la circulación de personas por la vía pública. Foto: Pexels

La sanción para quienes no respetan el paso de cebra

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones detalla en el artículo 68 del Reglamento Nacional de Tránsito que “en las intersecciones señalizadas, los peatones deben cruzar la calzada por la zona señalizada o demarcada especialmente para su paso. En las intersecciones no señalizadas, el cruce debe realizarse en forma perpendicular a la vía que cruza, desde una esquina hacia otra, y de ser el caso, atendiendo las indicaciones de los Efectivos de la Policía Nacional del Perú. Debe evitar cruzar intempestivamente o temerariamente la calzada”.

En esta línea, de acuerdo con la tabla de infracciones detallada en el portal oficial del SAT, a través del Decreto Supremo N° 016-2009-MTC, la papeleta G04 está destinada a los conductores que no se detengan a tiempo en los pasos peatonales. Se trata de una multa calificada como grave y cuyo valor es de 368 soles; sin embargo, existe una posibilidad de descuento de 62,56 soles. La falta representa, además, 30 puntos menos en el récord del conductor.

Sobre esta misma infracción habla Martín Mendoza, fundador de la escuela “Clases de manejo Piura”. Desde su experiencia instruyendo a futuros conductores identifica algunas causas que llevan a infringir la norma. “Algunos vehículos se estacionan en las esquinas e invaden los pasos de cebra para poder captar a los posibles pasajeros en las dos direcciones”, indica durante una conversación para este medio.

Además, refiere que otro eje problemático es la dinámica de evaluación para obtener el brevete: “En Perú toman muy poco leyes de tránsito, a veces basta con leer un balotario antes del examen. Debería haber una evaluación más sincera para no caer en un círculo vicioso, una mayor fiscalización”.

Mendoza concluye así con la importancia del acatamiento. “Respetar el paso de cebra nos va a permitir, primero, una conducción segura; segundo, un respeto hacia los peatones y, tercero, una ejecución de las leyes como debería ser”, expone.

Correctora web y columnista del espacio Glosario azul en La República. Periodista piurana (Udep) con experiencia en el género argumentativo y narrativo, y en la docencia de la gramática española.