Un referente cultural icónico se transforma en el 'Imperio Guaya', un destino turístico que desafía las barreras del tiempo, surgiendo como resultado de un ambicioso proyecto que requirió una inversión cercana a los 9 millones de dólares. Inspirado en la arquitectura ancestral inca, este sitio se erige como un universo fascinante lleno de maravillas que encantan a todos los visitantes que lo exploran.
El incansable esfuerzo y la visión de un empresario peruano durante 26 años han culminado en la creación de una impresionante réplica contemporánea de Machu Picchu, diferenciándose de la original construcción inca. Impulsado por su amor por la historia, este emprendedor ha logrado realizar una obra que, además de ser una atracción turística, rinde homenaje a la grandeza de la civilización inca. Esta réplica tiene como objetivo brindar al mundo moderno la oportunidad de apreciar y comprender con mayor profundidad ese legado histórico.
Una réplica moderna de Machu Picchu, creada por un empresario peruano tras 26 años de trabajo. Foto: difusión
Todo proyecto ambicioso tiene un punto de partida, especialmente al recorrer una de las siete maravillas del mundo. En el corazón de este emprendimiento turístico se encuentra una figura fundamental: Luis Grados Antayhua. Originario del distrito de San Buenaventura, en la provincia de Canta, este empresario ha encontrado gran inspiración en la evolución de las construcciones a lo largo del tiempo. Los recuerdos y experiencias de su niñez en su tierra natal le evocan una profunda nostalgia.
La vida de este emprendedor estuvo llena de grandes desafíos, ya que tuvo que enfrentar numerosas experiencias a lo largo de su tiempo como inmigrante ilegal en los Estados Unidos. Parte de su travesía incluyó recorrer países como Ecuador, Colombia, Panamá, hasta llegar finalmente a la frontera que separa México de los Estados Unidos. Allí pasó por diversas situaciones, como hacerse pasar por mexicano para evitar ser deportado como peruano. Para lograrlo, aprendió las costumbres mexicanas y logró camuflarse con éxito.
Empezar desde cero en un país completamente diferente fue un desafío que puso a prueba su capacidad de resiliencia en momentos difíciles. Un ejemplo de esto fue su primer empleo como parte del personal de limpieza en un restaurante. Más adelante, tuvo la oportunidad de trabajar en una empresa de limpieza industrial, donde conoció a su actual esposa, la ecuatoriana Sandra Baroja. Posteriormente, con el apoyo de un cliente estadounidense, fundó su propia empresa de limpieza. Gracias a las buenas referencias que recibió, tuvo la oportunidad de limpiar la Casa Blanca, lo que le abrió puertas a grandes contratos con empresas vinculadas al expresidente Donald Trump.
El impacto empresarial que tuvo fue tan significativo que le permitió cumplir otro de sus sueños: construir un restaurante de comida peruana en Virginia, Estados Unidos. Sin embargo, el mismo emprendedor contó que no fue fácil abrir dicho establecimiento: "No nos dejaban abrir la pollería, porque como somos latinos, el condado no quería. Entonces, dado que tuve la oportunidad de limpiar la oficina de Trump en Washington con mi compañera, gracias a esas buenas referencias, pude conocer a los republicanos para que me ayudaran a abrir el restaurante", expresó.
Luis Grados Antayhua, el famoso creador de este novedoso atractivo turístico. Foto: composición LR
Actualmente, Luis Grados continúa administrando sus dos empresas: una de limpieza y otra de gastronomía. La particularidad de su segundo emprendimiento es que su restaurante ha sido catalogado con cinco tenedores, el rango más alto para un establecimiento de comidas. Esto le permite ser reconocido por su organización y control empresarial muy eficaces, así como por sus políticas internas y externas, una decoración cuidada, vajillas de materiales de calidad y alimentos de excelencia gastronómica.
Más allá del éxito que ha obtenido en estos dos emprendimientos, nada lo detuvo para emprender un nuevo negocio turístico y regresar a la ciudad que lo vio nacer. Gracias a su esfuerzo y dedicación, logró contar con un presupuesto suficiente, alrededor de 9 millones de dólares, para poner la primera piedra del "Imperio Guaya".
Además de ser considerado el ''Machu Picchu limeño'', también tiene otros lugares interesantes por descubrir. Foto: El Popular
A medida que más personas descubren este "Machu Picchu limeño", el empresario espera que la ciudadela continúe creciendo como un símbolo de orgullo peruano y como un destino para quienes buscan conectarse con el pasado. Finalmente, manifestó su deseo de generar oportunidades laborales gracias al turismo. "Mi misión es cambiar la ciudad de Buenaventura. Si cambiamos Buenaventura, también cambiará la provincia de Canta", concluye emocionado el filántropo.
San Buenaventura, también conocido como el Machu Picchu limeño, está ubicado en la provincia de Canta, en la región de Lima. Su impresionante construcción, que se asemeja a la ciudadela de los incas, llama la atención de los turistas.
Así luce San Buenaventura en Canta. Foto: Difusión
El precio de la entrada es de 10 soles. Con este pago, podrás disfrutar de las impresionantes construcciones incaicas, la exuberante vegetación que rodea el área, y tendrás la oportunidad de explorar las diversas cascadas cercanas. Además, podrás hacer paseos en cuatrimoto y capturar excelentes fotografías.
Machu Picchu limeño. Foto: Difusión
Para llegar al nuevo 'Machu Picchu limeño', existen dos opciones de rutas disponibles. Si decides tomar la primera ruta, debes abordar un vehículo en el kilómetro 22 de la avenida Túpac Amaru que te llevará hasta Canta. El costo del pasaje es aproximadamente de 20 soles y el trayecto tiene una duración de dos horas.
Esta ciudad situada en la sierra de Lima es un destino popular entre quienes buscan practicar deportes al aire libre o explorar algunos de los atractivos más destacados del Perú. A continuación, te presentamos los lugares turísticos que no puedes dejar de visitar cuando te acerques a Canta:
Destinos turísticos en Canta. Foto: composición LR
Para llegar a Canta, una de las opciones más comunes es tomar un colectivo desde el kilómetro 22 de la avenida Tupac Amaru en Carabayllo, específicamente en la esquina de Manuel Prado con Túpac Amaru. En este punto, encontrarás una variedad de vehículos que te llevarán hasta tu destino. El costo del pasaje suele rondar los 20 soles en promedio. Otra alternativa es ir a Canta con tu propio vehículo para mayor comodidad y flexibilidad en tu viaje.