Deysi Pari
Un estudio de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) arroja que en Arequipa hay un avance en cuanto al empoderamiento de la mujer. Sin embargo, la violencia física y psicológica hacia ella persiste en altos porcentajes. Además, las labores del hogar se le siguen sobrecargando al género femenino.
Estos datos fueron obtenidos en el VI Barómetro 2019: Estado y Opinión de las Mujeres en Arequipa, en el que se entrevistó a 780 mujeres del área metropolitana.
Uno de los primeros aspectos que salta a la luz es el empoderamiento. Y es que las mujeres respondieron que la toma de decisiones ahora es más compartida con su pareja.
La psicóloga Lila Cerellino Cernades, del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la UCSP, señaló que el porcentaje de decisiones que toma solo el hombre es muy bajo. “Esto nos habla de un mayor nivel de comunicación y de una relación equitativa”, dice.
También se les consultó a las mujeres acerca de su libertad personal. Aunque todavía hay un 38% que debe pedir permiso para estudiar, se registró un 59% que solo avisa o no tiene que hacer ninguna coordinación para hacer esa actividad. Para trabajar, el 33% debe pedir permiso, pero hay otro 57% que solo lo comunica y un 8% que no tiene que hacer coordinación alguna.
Pese a que, en la toma decisiones, se registra un avance positivo, no es lo mismo en cuanto a la participación en el trabajo del hogar.
De acuerdo al VI Barómetro, las tareas domésticas (cocinar, lavar, planchar y limpiar la casa) son asumidas por la mujer en el 98% de casos. Las madres, en un 97%, se hacen cargo de cuidar a los niños. El 92% de ellas realizan los trámites (pago de luz o agua) y van de compras al mercado. La tarea en la que más apoyan los hombres es en hacer reparaciones a su vivienda, muebles y vehículos.
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La abogada Ana Lucía Torres manifiesta que algunas preguntas que elaboraron también muestran que la mujer viene ganando apoyo del varón; por ejemplo, en las tareas domésticas (32%).
Si bien hay avance en cuanto al empoderamiento, la violencia física y verbal se mantiene. La psicóloga Lila Cerellino explicó que, en ambos casos, el compañero es el principal agresor (58%), en menores porcentajes siguen el padre e incluso la madre de las agredidas.
En el aspecto de la maternidad, el 82% de mujeres encuestadas fueron madres de familia. Un 43% respondió que asumir este rol va en contra de su desarrollo profesional, el resto cree que no. Además, un 54% siente que hay cierto prejuicio hacia las mujeres que se convierten en madres y trabajan, otro 46% considera que no.
Un aspecto relevante es que un 61% respondió que si no necesitara el dinero que gana por su trabajo, solo se dedicaría al cuidado de sus hijos.
Cabe señalar que, en este estudio, el 47% respondió que trabaja por necesidad económica, el 34% por independencia, el 16% por desarrollo personal y el 3% por distracción. Este estudio midió por primera vez el empoderamiento de la mujer.