Conmovedor. Una pareja se dio el sí en el lugar más inesperado. Una prisionera del penal de mujeres de Cusco contrajo matrimonio al interior del centro penitenciario, con el hombre con quién sostiene una relación sentimental de varios años.
Las rejas del penal no impidieron que Florencia Lazarte decidiera unirse con su pareja y padre de sus dos hijas, convirtiéndose así en el primer matrimonio católico celebrado dentro de este centro de reclusión. El arzobispo de Cusco, monseñor Richard Alarcón, contagiado por la emoción, decidió apadrinar a la pareja y oficiar la feliz ceremonia.
Tanta fue la emoción de Florencia, que ella misma diseñó el vestido blanco que lució en la ceremonia, gracias a las habilidades adquirió en los talleres de costura que se realizan dentro del penal de mujeres de Cusco. Sus compañeras de celda, colaboraron y fueron artífices del emotivo matrimonio.
Por su lado, el novio Ciprian Centeno lució muy contento al recibir a la novia y darle sus votos para casarse. Los asistentes, entre ellos, sus dos pequeñas hijas, celebraron la ocasión entonando una alabanza al final de las nupcias. Los recién casados agradecieron y despidieron danzando juntos el infaltable “Danubio azul”.
Actualmente Florencia cumple una sentencia por el delito de tráfico ilegal de drogas. Faltan tres años para que cumpla la condena y pueda reencontrase con su esposo y las dos pequeñas niñas que criaron juntos.