Madres venezolanas: el amor prevalece lejos de casa

Amor sin límites. Carmen Pérez, Jersy Andrade y Liza Sánchez lo dejaron todo en Venezuela para hallar un nuevo futuro en el Perú. Su amor de madre pudo más que sus pesares y con esfuerzo lograron la tranquilidad al lado de sus hijos.,El amor de madre traspasa fronteras. Eso lo supo bien Carmen Pérez de Andrade cuando llegó a Ecuador, desde su maltrecha Venezuela. “Salir del país es un paso que muchos damos. Sin embargo, mi caso fue atípico porque mi intención era volver a mi país. Pero la escasez de alimentos, de medicinas, recorrer hasta cinco supermercados por una bolsa de comida, me hicieron ver que las cosas en Venezuela iban para peor”, relata Carmen, de 53 años. PUEDES VER Al día 50.000 venezolanos llegan a Colombia para abastecerse ante elecciones Dejó de ser turista para convertirse en inmigrante. Dejó atrás su vida entera: tres hijos, un esposo y varios nietos. Primero trabajó como comerciante informal y luego como empleada del hogar para asegurar el pan. El nuevo oficio no amilanó sus ánimos porque su objetivo era claro: reagrupar a su familia. Su entereza la abandona de pronto debido a los recuerdos de esos primeros meses. “Pese a que el contacto con los familiares por WhatsApp se mantuvo, nada era parecido al abrazo en familia”, señala. Ese abrazo añorado llegó diez meses después. Lo recibió de su hijo Arnaldo, con quien se reencontró en Ecuador. “Fui muy feliz ese día. Llevaba meses sola. Lo vi y no paraba de llorar, lo abracé mucho”. Y aunque nunca fue víctima de xenofobia, al tiempo que llegó su hijo Arnaldo, las calles de Ecuador cambiaron. Ese fue uno de los motivos para seguir hacia el sur y llegar al Perú. Pero primero habría otro reencuentro: con su hijo menor, Gabriel. “Cuando llegó Gabo fue especial porque ya éramos tres de la familia. Y así poco a poco fuimos jalando uno a uno. A mi esposo Arnaldo, mi yerno Cristian y a mi hija Jersy”. Travesía en bus Ese mismo deseo de reencontrarse con la familia acompañaba día y noche a Jersy Andrade, quien a diferencia de su mamá Carmen, deseaba con desesperación salir de Venezuela. “Ver partir a los tuyos uno por uno no es fácil. Y aunque me quedaba mi abuela y tías, verlos irse a todos fue duro. Me quedaba sola con mis hijos en casa porque hasta mi esposo tuvo que salir”. Con la ayuda de la familia que ya estaba en Lima, decidió el viaje. El 17 de abril, con sus hijos, cinco bolsos, pan, galletas y enlatados, Jersy enrumbó hacia el Perú. Y al llegar al terminal de Plaza Norte y ver rostros conocidos, borró de su mente todos los recuerdos tristes. “Cuando vi a mi esposo pegué un grito, le salté encima. ¡No podía creerlo! Luego estaba mi mamá y cuando salgo corriendo a sus brazos, se atraviesa un señor y al darme cuenta era mi papá. Nos abrazamos todos”. Adiós mamá El recorrido de Liza Sánchez hasta Perú no fue tan espectante. Y aunque llevaba consigo a su hijo Favio, el alejarse de su madre fue muy triste. “Justo una semana antes de mi viaje, me enteré que a mi mamá le detectaron un tumor cerebral. Fue un choque. Hasta pensé en posponer los planes, pero mi madre me dio la fuerza. Era salir o sufrir los desmanes y preferí lo primero porque la ayudaría más estando fuera”, señala la joven. Liza, que es madre soltera, cuenta que los primeros meses en Perú no fueron lo deseado. Trabajó en un restaurante y debió dejar el cuidado de su hijo a una persona desconocida. También le tocó vender en la calle keke y limonada. “La primera vez que me subí a un bus con él, la voz se me quebró y no pude ni pronunciar palabra, pero después de varios intentos tomé valor y mi hijo me ayudó porque por él había decidido salir de Venezuela”. Pero la historia mejoró para Liza y a cinco meses de su llegada a Lima, logró una mejor oferta laboral y así pudo ahorrar para emprender su propio negocio. Así nace Liza Moda y Accesorios, una marca que "busca empoderar a las mujeres que como yo somos madres solteras, pero que, a veces, nos olvidamos de nosotras y nos abandonamos”. Pese a las circunstancias y momentos difíciles, tanto Carmen, Jersy y Liza, han demostrado que el amor de una madre es más fuerte que cualquier tormenta. En cifras 280 mil son los ciudadanos venezolanos que se hallan en el Perú actualmente. 45% de los migrante venezolanos en el Perú son mujeres y la mayoría son madres. 43 mil ciudadanos ya cuentan con el Permiso Temporal de Permanencia (PTP).