La calma regresa a San Martín de Porres luego de 35 horas de terror

Al día siguiente del incendio. Bomberos terminaron de aplacar brasas y retiraron escombros del depósito de llantas que ardió desde la madrugada del jueves. Vecinos pasaron la noche en carpas por humo tóxico y porque sus casas están dañadas.,Rubén Murillo es uno de los afectados que dejó el incendio del depósito de llantas usadas de San Martín de Porres. Su vivienda de dos pisos, construida hace cinco años frente al local siniestrado, parece haber sufrido una inundación. “El fuego reventó los vidrios de las ventanas y el agua destruyó mis cosas”, señala. “A la hora del incendio estaba en la casa de mi mamá. Mi esposa me llamó por teléfono para avisarme y cuando llegué vi el fuego que se extendía por todos lados, parecía un volcán. Yo mismo me puse a echar agua a las paredes con un balde”, relata. PUEDES VER Incendio en Comas: se están reduciendo los niveles de la contaminación del aire Rubén asegura que perdió varios artefactos, como el televisor que no terminaba de pagar, la refrigeradora comprada hace un año, un equipo de sonido y otros enseres. No es el único que pasa por esta situación. Defensa Civil señala que decenas de viviendas quedaron afectadas por el fuego y el agua empleada para aplacar el incendio. Mónica Meza, directora general de Gestión de Riesgo de Desastres del Ministerio de Salud (Minsa), anotó que 270 personas fueron atendidas por casos de asfixia. “Estamos atentos a los síntomas que son comunes en un incendio de grandes proporciones: irritación ocular por exposición, dificultad respiratoria, dolor en el pecho, mareos por compromiso del sistema neurológico”. La médico explicó que en los puestos de atención algunos pacientes recibieron oxígeno y fueron nebulizados para poder respirar con normalidad. Ayer, durante la mañana, 30 bomberos continuaron trabajando en la zona de la emergencia: el cruce de la Panamericana Norte con prolongación Trapiche. Emplearon detergente disuelto en agua para terminar de extinguir las brasas del depósito de llantas. José Albújar, vicecomandante de los bomberos de Lima Norte , explicó que las burbujas sofocan las brasas. “Esto funcionó como enfriador para cortar el fuego. Hemos estado unas 35 horas aquí, ahora estamos utilizando agua para terminar. Se necesita maquinaria para remover los escombros y retirar las llantas”, señaló el brigadista. El ministro de Vivienda, Javier Piqué, presente en el lugar, detalló que nueve camiones con 16 mil litros de agua cada uno, junto con volquetes y excavadoras, apoyaron las labores de los bomberos y la remoción de escombros. También el Ministerio de Transportes se hizo presente con maquinaria pesada. Los damnificados Como la de Rubén Murillo, otras 120 familias que viven cerca al depósito de llantas resultaron afectadas. Sus viviendas quedaron anegadas y solicitaron ayuda para empezar de nuevo. Una damnificada es Yola Flores, de 33 años, quien está a punto de dar a luz. Ella pasó la noche en una carpa montada por la Municipalidad de Lima. Cuenta que en su pequeña carpa viven 6 personas y que los médicos que llegaron a verla le informaron que la próxima semana podría alumbrar, por lo que debe tener cuidado. De los afectados, 38 familias se han guarecido en un albergue de 19 carpas, mientras dure la emergencia. El resto se halla en los alrededores. Contaminación del aire en la zona se redujo - El viceministro de Gestión Ambiental, Marcos Alegre, informó que los niveles de contaminación se han reducido de manera significativa. - “A la población que vive en la zona le pedimos continuar tomando medidas para el cuidado de su salud, como usar mascarillas, cerrar las ventanas”, dijo Alegre. - Informó que a las 7:30 a.m. de ayer se hizo una medición de partículas que arrojó 145 microgramos por metro cúbico, lo cual indica una reducción significativa respecto al jueves, día del incendio. También dijo que si bien la norma señala que lo adecuado es no superar los 100 microgramos, el día del incendio hubo momentos en que se llegó a alcanzar los 4 mil microgramos por metro cúbico.