Congresista Moises Mamani abandonó a su hija de dos meses

Denuncia. Expareja de autor de Keikovideos lo acusa de no apoyar a su vástaga que procreó hace 21 años. Refiere que Haydeé Mamani tuvo que abandonar sus estudios por falta de dinero. ,El congresista fujimorista Moisés Mamani Colquehuanca protagonista de los Keikovideos, que fueron el detonante de la caída del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, es denunciado por abandonar a una de sus hijas, cuando tenía solo dos meses de nacida. La historia fue revelada por su expareja Gregoria Victoria Ramos Alejo. Ella ofreció una entrevista al programa Punto Final de Frecuencia Latina. Reveló que tuvo una relación con el ahora congresista durante cinco años entre 1992 y 1997. Producto de ello el 26 de febrero de 1997 nació Haydeé Inés Mamani Ramos. PUEDES VER: Yamila Osorio: “Hay una seria crisis, las declaraciones de Barata involucran a casi todos” Gregoria contó que en el tiempo que fueron enamorados todo fue color de rosa. Pero una vez que la niña nació, las abandonó y nunca se preocupó por garantizarle salud, educación, vivienda para su vástaga. “Me ha abandonado prácticamente en la calle, con mi hijita... Nunca me ha ayudado en nada”, contó muy afectada. La mujer mostró las fotografías de los primeros años de relación con Moisés Mamani. En las tomas se observa al ahora legislador mucho más joven. Existen tomas en donde se observa a Mamani cargando a su hija. Preguntada sobre cómo es que la abandonó después de cinco años de una relación aparentemente feliz, indicó: “Un día, cuando estaba mal, yo fui a una reunión porque quería tener mi casita. Era tesorera (de la asociación) a rendir cuentas. Regresé y ya no había (nada en mi casa). Se había llevado todo, la cama, televisor, todo lo que se encuentra en la casa. Calata me ha dejado. No tenía (ni qué) comer... Durante un año he sufrido. He estado en una guardería infantil, en un comedor. Seis años he estado ahí... con mi hijita (…) Yo no quiero que me dé (para) mí, sino a mi hija. Quiero que se preocupe cómo está mi hija. (…)”, narró entre lágrimas. Gregoria Victoria aseguró que pese a que Moisés Mamani era consciente que tenía una hija con ella, nunca se preocupó en absoluto. “(a mi hija) no le dio ni una frazada, ni una cama”, aseguró. Contó que su vida fue dura porque asumió como pudo los estudios primarios y secundarios. Aseguró que muchas veces expuso a su hija en la vía pública con tal de ganarse unos centavos para poder alimentarse. Dijo que su hija culminó sus estudios en un colegio nocturno porque no tenía dinero y los pocos ingresos con que contaba no le permitían ofrecerle mejor educación. “Cuando le pide plata (mi hija), él (Moisés Mamani) se molesta. Cuando le da la gana, alguito le da”, “por falta de economía mi hijita ha dejado de estudiar”, recordó. Haydeé Inés Mamani Ramos (21) vive en la ciudad de Juliaca. No logró estudiar la universidad por falta de medios económicos. Prefirió trabajar para ayudar a su madre que ahora se encuentra mal de salud. “Yo nunca le he molestado... Yo le diría que se recuerde de su hija... Siendo congresista debe darle a mi hija. Debe apoyarle”, dijo la expareja de Mamani. Madre e hija viven a la salida de Juliaca en una zona en donde no hay agua ni desagüe. La mujer realiza actividades comerciales para poder sobrevivir y la hija que procreó con el congresista la ayuda en lo que puede por su delicado estado de salud. Gregoria Victoria Ramos cree que Moisés Mamani se avergüenza de su hija porque ni siquiera le contesta la llamada y tampoco la menciona como su hija. “Por eso está dolida mi hija. Está triste”, contó. La madre de la hija de Mamani contó que en reiteradas ocasiones Haydeé Inés ha cuestionado el porqué su padre siendo una autoridad, que se pasea por diferentes lugares, que es parte de fastuosas reuniones, no la apoya. El recuerdo Ramos Alejo reveló que una vez cuando recién enamoraban, Moisés Mamani le dijo. “Ahora estamos así (en pobreza), yo voy a ser presidente, te recordarás”, aseguró. No habrá sido presidente de la República pero llegó a ser congresista por el fujimorismo.