La demisexualidad ha cobrado relevancia en los últimos tiempos, especialmente tras las declaraciones de figuras públicas como Ana Milán. Esta orientación sexual, que a menudo se confunde o malinterpreta, se basa en la necesidad de una conexión emocional para experimentar atracción sexual. En este artículo, exploraremos qué significa ser demisexual y cómo se diferencia de otras orientaciones.
Recientemente, Ana Milán compartió su experiencia personal en el videopodcast 'A solas con...', donde reveló que pasó tres años y medio sin tener relaciones sexuales. Esta confesión sorprendió a muchos, pero también abrió la puerta a una conversación más amplia sobre la demisexualidad. La actriz explicó que para ella, el deseo sexual está intrínsecamente ligado al amor y a la conexión emocional, lo que la llevó a identificarse como demisexual.
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La demisexualidad se define como una orientación sexual en la que una persona solo experimenta atracción sexual después de haber desarrollado un vínculo emocional significativo con otra persona. Según Paula Alcaide, psicóloga especializada en terapia afirmativa, las personas demisexuales pueden sentir atracción estética o intelectual, pero la atracción sexual solo surge cuando hay una conexión afectiva. Esto significa que, a diferencia de otras orientaciones, la demisexualidad no implica una atracción sexual inmediata o a primera vista.
La creciente visibilidad de la demisexualidad en la cultura popular ha permitido que más personas se identifiquen con esta orientación. Celebridades como Miley Cyrus, Megan Fox, Demi Lovato, J.K. Rowling y recientemente Tulisa Contostavlos han compartido sus experiencias, lo que ha contribuido a desestigmatizar y normalizar la demisexualidad. Este reconocimiento en el ámbito público es crucial para fomentar una mayor comprensión y aceptación de las diversas orientaciones sexuales.
La demisexualidad se sitúa dentro del espectro gris-asexualidad, lo que implica que, aunque los demisexuales pueden experimentar deseo sexual, este se activa únicamente bajo ciertas condiciones. Es importante destacar que no se trata de una falta de deseo sexual, sino de una forma diferente de experimentarlo. La conexión emocional es fundamental, y puede no necesariamente ser amorosa, lo que añade una capa de complejidad a esta orientación.