Existe una gran exigencia a los hombres para que mantengan la erección por mucho tiempo y así obtener una relación sexual más “satisfactoria” y duradera; sin embargo, esta práctica puede volverse prejudicial para ellos.
Para conocer los límites de la retención de eyaculación y la relación que tiene está con el placer, el sexólogo Christian Martínez y el urólogo Jorge Saldaña nos ofrecen su opinión experta.
No. El urólogo Jorge Saldaña asegura que retener el semen “va a generar una contractura de los músculos, que puede generar un mayor placer en los varones; sin embargo, el hacer esto de manera continua puede generar inflaciones en la próstata (prostatitis) o disfunciones en el piso pélvico”.
“Estas dos afecciones pueden generar problemas de erección, disfunción eréctil, eyaculación precoz o eyaculación tardía, que si bien no ponen en riesgo la vida de la persona, ponen en peligro la calidad de su vida sexual”, explica Saldaña.
Por su parte, el sexólogo Christian Martínez señala que esta situación sucede más en las personas que tiene eyaculación precoz, por lo que estas tratan de hacer ejercicios del tipo Keguel, pero lo hacen de manera sin un control terapéutico. “Esto es incorrecto, porque siempre se debe hacer con ayuda profesional y no con videos de YouTube”, enfatizó.
“No hay un tiempo exacto, pero lo normal es de cinco a 25 minutos”, dice el especialista. Sin embargo, resalta que puede durar la erección lo que el hombre aguante.
Sí. El sexólogo Martínez manifiesta que algunos hombres realizan esta práctica de retención porque se han acostumbrado a darle más importancia al coito. Al respecto, recuerda que la liberación de la eyaculación no es la única forma de obtener placer.
“El orgasmo es la incentivación del sistema nervioso a través de una estimulación de varias partes del cuerpo. Una de ellas puede ser el glande, pene, las tetillas, los labios, etc. Uno puede llegar al orgasmo con cualquier parte, solo que nos hemos acostumbrado con los genitales”, dice Martínez
En cambio, la eyaculación es la expulsión del semen que viene producto de la excitación o activación de la próstata y se expulsa por la uretra.
“La eyaculación y orgasmo son distintos, que suceden uno después del otro. Algunas veces en tiempos muy muy cortos”, informa el profesional.
Asimismo, destaca que hay personas incluso que tienen eyaculaciones, y no les genera ni un orgasmo. Y al revés, hay personas que no tienen próstata, pero pueden tener un orgasmo.
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Finalmente, el sexólogo agrega que para poder distinguir estos dos uno tiene que conocer muy bien su cuerpo y sobre todo no relacionar todo al orgasmo y a lo coital, que es lo que la cultura nos ha enseñado.