Para muchas mujeres, la espera de saber si quedaron embarazadas resulta muy intrigante, puesto que se debe tomar cierto tiempo para confirmar si verdaderamente se concibió. La mayoría de las posibles gestantes recurren a la prueba de embarazo de sangre o casera; sin embargo, a diferencia de lo que se piensa, estas no confirman al 100% un embarazo viable.
La obstetra Amelia Salirrosas menciona que existen dos tipos de pruebas de embarazo: las directas (una ecografía transvaginal) e indirectas (prueba de sangre o casera). De la misma forma, la ginecóloga Corina Hidalgo también da recomendaciones sobre el uso de estas pruebas y los tiempos en que se deben aplicar.
Las pruebas de embarazo indirectas miden la hormona hCG (gonadotropina coriónica humana), la cual se eleva cuando el embrión se implanta. La confiabilidad de su resultado va a depender del tiempo en que se haga y cómo se realice. Es por ello que la ginecóloga Hidalgo recomienda que para tener una verdadera certeza de la prueba se recomienda que se haga a las tres semanas de la relación de riesgo (acto sexual) y que sea de sangre.
Por otro lado, la obstetra Salirrosas menciona que, si la mujer desea hacerse la prueba cuanto antes, se debe realizar a una semana de ausencia de la menstruación. A pesar de ello, recalca que con el paso de los días la confiabilidad va a ser mayor, ya que los niveles de la hCG se van a ir elevando gradualmente a medida que pasan los días después de la fecha de la menstruación.
En el caso de la prueba casera, el análisis se hace mediante la orina y arroja un resultado cualitativo sobre la presencia de la hormona del embarazo, es decir, simplemente comprueba si la hormona de embarazo está presente o no.
“La prueba casera necesita una gran cantidad de hormonas para detectar el embarazo; entonces, existe más probabilidad de que, si tú tienes un embarazo muy temprano, salga negativo en este tipo de pruebas, y no significa que no estés gestando”, menciona la ginecóloga Corina Hidalgo.
Por otro lado, la especialista recomienda que esta prueba se haga con la primera orina del día, que posee una mayor cantidad de hormona hCG. “Si sale una ralla y media no significa que esta prueba sea negativa, sino que es dudosa; es decir, puede significar que hay el embarazo y está muy temprano. En ese caso, se debe tomar una prueba de sangre para corroborar”, advierte la experta.
Estas pruebas analizan la hormona hCG de forma cualitativa, por lo que mide la cantidad exacta de hCG que hay en la sangre, incluso si tiene cantidades mínimas. Se realizan en consultorios médicos o laboratorios y son mas confiables que las pruebas caseras si se hace a los pocos días de quedar embarazada.
Ambas expertas señalan que, si esta prueba se hace en las tres semanas recomendadas, no debe haber dudas si es que sale negativo o positivo; sin embargo, también indican que una prueba positiva no significa que sea un embarazo viable, por lo que luego de confirmar con esta prueba la gestación el siguiente paso es realizar una ecografía transvaginal.
Según la obstetra Amelia Salirrosas, la ecografía transvaginal es la única prueba de embarazo directa que confirma al 100% la existencia de un embarazo, ya que además detecta la viabilidad del embarazo mediante los latidos cardiacos.
Asimismo, agregó que esta debe ser aplicada después de las ocho semanas y antes de las 12 semanas porque el bebé se encuentra en la zona intrapélvica. “Después de este tiempo sale a una zona abdominal, y ahí debe hacerse otro tipo de ecografía, que también determina el tamaño y cómo está ubicado”, resalta.
En la misma línea, la médica ginecóloga señala que este tipo de ecografía detecta si es un embarazo riesgoso o un embarazo frustro, que es aquel que no llega a desarrollarse. Asimismo, agrega que pueden desarrollarse patologías, como los embarazo hectópicos o las enfermedades trofloblásticas. Sobre estas últimas, debe tomarse como de alto riesgo, pues pueden originar un tumor en el interior del útero con el tejido que se forma después de una mala fecundación.