La obsesión a las relaciones sexuales tiene nombre: ninfomanía. Este tiene como significado ser un impulso excesivo sexual por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las personas ninfómanas suelen tener pensamientos y fantasías eróticas muy recurrentes.
Sin embargo, eso no es cuestión de juego, pues las personas que lo padecen pueden afectar la salud, el trabajo y la relación con amigos y pareja, si es que no logran satisfacer sus deseos sexuales.
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Ninfómana
Según Carlos Chiclana, psiquiatra e investigador de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, las causas de la ninfomanía no son claras, pero se asocia con factores neurológicos y perturbaciones del ritmo cerebral. Estas son las señales para identificar a una persona adicta a las relaciones coitales:
1. Deseo sexual incansable. El psicólogo César Menéndez explica que se puede generar si la persona no llega a experimentar un orgasmo completo y se queda satisfecha e insaciable.
2. Relaciones coitales en todo momento. Relacionar todo tema con el sexología no es normal y puede ser otro síntoma.
3. Pornografía. El psicólogo David Ley asegura que el ver pornografía de forma es excesiva es otro síntoma de un ninfómana. Esta es una salida para incrementar las sensaciones de placer.
4. Libido anormal. Robert Weiss, director del Sexual Recovery Institute en Los Ángeles, California, afirma que estados como la fase maníaca del trastorno bipolar o el uso de algunos medicamentos pueden provocar súbitamente el aumento de la libido.
5. Masturbación. Esta práctica es normal, siempre que no se convierte en algo obsesivo que está fuera de control, según el médico sexólogo y terapeuta Joan Mir Pizá.
6. Escape. Las personas que sufren de depresión, estrés, ansiedad o soledad son propensas a ser ninfómanas.