Sacsamarca, a 30 años de levantarse frente al terror de Sendero Luminoso

El 21 de mayo de 1983, los pobladores de este distrito, cansados de los asesinatos y amenazas de las huestes terroristas, se enfrentaron a las columnas subversivas. Fueron los primeros en luchar contra el horror y la muerte. Pueblo coraje, María Elena Castillo A pesar del tiempo transcurrido, Emiliana Auccasi de Cayanti se llena de pesar cuando recuerda los años en que los terroristas recorrían las comunidades de Sacsamarca, en el sur de Ayacucho. Con claridad rememora la mañana del 21 de mayo de 1983, en que su primo, Víctor Auccasi, llegó de las alturas para informar que en la puna los subversivos se alistaban. "Eran las seis. Vino corriendo sin zapatos, asustado, como si hubiera visto al diablo, y nos dijo que 300 terroristas iban a bajar a matarnos", relata. No era la primera vez. En varias oportunidades llegaron columnas senderistas para enrolarlos en sus filas, convenciendo a los jóvenes y matando a los que se oponían. Tres meses antes los pobladores de Sacsamarca se rebelaron por primera vez contra los "comisarios" que dejó Sendero en la localidad. Ese 21 de mayo los terroristas querían venganza. "Esa mañana había como seis policías aquí. Fueron junto a los hombres del pueblo a enfrentar a los terroristas", contó. Su esposo, Diómedes Cayanti, integró la comitiva, así como su cuñado, Donato Cubas Taqueri. Años más tarde fueron secuestrados por los terroristas y siguen desaparecidos. "Las mujeres nos quedamos con nuestros hijitos. Subimos al cerro Calvariopata a escondernos. Todo el día estuvimos asustados, sin comer", señala. MUERTOS Y HERIDOS Hugo Llacsa Gutiérrez no estuvo ese día en Sacsamarca porque cumplía su servicio militar en el sur del país; sin embargo, su hermano, Eusebio, murió en el enfrentamiento. "Tenía 28 años, era agricultor como todos nosotros. Dejó huérfanos a dos hijitos. Su valor ha sido un ejemplo para todos nosotros", afirma e invita al presidente de la República, Ollanta Humala, a visitar la comunidad y reconocerlos como el primer pueblo en levantarse contra el terrorismo. Ese día murieron nueve pobladores y un efectivo de la Policía. También hubo bajas senderistas. El actual gobernador de Sacsamarca, Zósimo Janampa Taquire, tenía 21 años cuando se produjo el enfrentamiento, y formó parte del grupo que salió a buscar a los terroristas. “Estábamos cansados de que nos maten. Teníamos que enfrentarnos, si igual nos iban a matar. Ese día murieron nueve comuneros, pero en total tenemos más de cien muertos, tanto por los terroristas, como por los miembros del orden”, indica, precisando que varios primos y sobrinos fueron asesinados, mientras que su esposa perdió a sus padres. Destaca que hoy viven con tranquilidad, tratando de olvidar los horrores que les dejaron los años de violencia política. No obstante, no es fácil borrar esos recuerdos. Pide al gobierno ayuda psicológica para lograrlo, apoyo para mejorar el pasto que come su ganado, y acceder a los programas del gobierno, como Beca 18, para que sus hijos puedan recibir una educación de calidad. “Nosotros queremos paz, somos personas de trabajo, de esfuerzo y queremos ser parte de esa inclusión social que tanto nos han prometido. No queremos seguir viviendo en el olvido”, sostuvo. Un bosque en memoria de los muertos y desaparecidos En junio del año pasado los pobladores del distrito de Sacsamarca se unieron para sembrar medio millar de árboles de pino y así crear el Bosque de la Memoria, en recuerdo de los cientos de muertos y desaparecidos que dejó la violencia política. El director del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), José Pablo Baraybar, explicó que el objetivo principal es cambiar los monumentos por espacios de vida. "Sembrar árboles es sembrar vida. Es revalorar la ciudadanía de los sobrevivientes de la violencia política y de su medio ambiente", recalcó. Destacó que el proceso fue concertado con la comunidad como parte del proceso de reconciliación y memoria.