Conflictos sociales que se cocinan en el corredor minero sur

EN ESCALADA. Cusco y recientemente Apurímac son escenarios de violentas protestas contra mineras. Oposición es por denuncias de contaminación, abuso e incumplimiento de compromisos.,El corredor minero del sur (Apurímac - Cusco - Arequipa) es escenario de conflictos sociales. Desde el 2010 se produjeron protestas en las provincias de Espinar y Chumbivilcas en la región Cusco, y en Cotabambas de Apurímac. Hay descontento de los campesinos con las mineras MMG Limited, dueña de Las Bambas; Hudbay Perú, que explota Constancia; y Glencore, que tiene en sus manos Antapaccay y Coroccohuayco. Todas extraen, principalmente, cobre. PUEDES VER: Alcalde y gerente defienden peatonalización del Centro Histórico del Cusco La convulsión no es reciente. En Cotabambas hubo dos grandes protestas en 2015 y 2016 que dejaron cuatro campesinos muertos a manos de la Policía; mientras que en Espinar, desde el 2010, se registraron varias huelgas con choques con la Policía, produciendo cinco fallecidos. CONFLICTOS GRAVES Cada cierto tiempo las manifestaciones contra la minería vuelven a encenderse. Ocurrió hace muy poco, a fines de agosto. La población de Velille, en la provincia de Chumbivilcas, inició una huelga para pedir a MMG Limited la firma de un convenio marco que la obligue a entregar dinero para obras, así como el cambio del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para incorporarlos como área de influencia directa. La protesta empezó sin mucho respaldo, pero con los días empezó a tomar fuerza. Hasta ahora es calificado por el Ejecutivo como un conflicto activo en escalada. Es decir, una protesta social con un nivel de riesgo alto y posible alteración del orden público. Eso obligó al gobierno del presidente Martín Vizcarra a declarar el corredor minero en estado de emergencia por 30 días, desde el 1 de setiembre. La medida fue ampliada por otros 30 días el 1 de octubre pasado. En Velille reclaman beneficios porque sostienen que el paso diario de casi 400 camiones encapsulados trasladando minerales provoca contaminación con la polvareda y genera microsismos que dañaron las casas de adobe de los comuneros y enterrado los pastizales, dejando sin comida al ganado. Germán Salcedo, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Velille, sostiene que no habrá calma mientras el gobierno y la empresa no atiendan sus demandas. “Queremos dialogar, pero la minera no”, observó. Aquel no fue el único conflicto en escalada. A unos kilómetros de Velille, comuneros de Fuerabamba (Cotabambas) también cumplían un paro y pedían a MMG Limited renegocie el monto que pagó por los terrenos a los comuneros. Además piden una explicación al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) sobre la conversión de su carretera comunal en vía nacional. PUEDES VER: Licona debe esclarecer viaje a México a consejo LOS ACTIVOS En el distrito de Livitaca (Chumbivilcas), dirigentes y autoridades tienen el mismo pedido de Velille pero la exigencia la hace Hudbay Perú. Hay consenso en demandar que la Modificatoria del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) del proyecto minero Constancia los incluya como área de influencia de la mina. Su propósito es recibir recursos del canon minero. Hay tensión en la zona. El conflicto podría explotar. Al sur, en Espinar, comunidades de los distritos de Pallpata, Pichigua y Alto Pichigua se oponen al proyecto Integración Coroccohuayco, una ampliación de la mina Antapaccay de Glencore. La operación está en territorio de comunidades campesinas indígenas. Comprende 10 mil 665 hectáreas, de las cuales 172 son zona efectiva de la mina. Su explotación debe empezar en diciembre próximo con una capacidad de producción anual de 100 mil toneladas. Piden consulta previa para proyecto minero Integración Coroccohuayco Otro reclamo de los espinarenses contra el proyecto minero de Integración Coroccohuayco es que se implemente la consulta previa para que los comuneros evalúen si aprueban la explotación en ese nuevo tajo. Si se aprueba, quieren que la empresa contrate prioritariamente mano de obra local. Las comunidades Huini Coroccohuayco, Paccopata y Huano Huano están en “pie de lucha” desde hace varios meses. El corredor minero del sur se convierte en una “papa caliente” para cada gobierno de turno. Este corredor tiene una longitud aproximada de 482.200 kilómetros. Abarca desde el distrito Progreso, provincia Grau de la región Apurímac, hasta el distrito de San Antonio de Chuca, provincia Caylloma de la región Arequipa.