Atalaya ya tiene su tierra prometida, y está en Ucayali

Acompañando a los ashaninkasLogros. El PNUD ha empezado a concretar esta antigua demanda en más de cuarenta comunidades de la región Ucayali gracias a la cooperación noruega. La dirección regional de Agricultura, el PNUD y las comunidades están trabajando de la mano en tres provincias. Nosotros estuvimos en Atalaya.,Atalaya ya tiene su tierra prometida, y está en Ucayali,Atalaya ya tiene su tierra prometida, y está en Ucayali,Atalaya ya tiene su tierra prometida, y está en Ucayali,Atalaya ya tiene su tierra prometida, y está en Ucayali,Fueron seis intensos días los que La República convivió con los indígenas ashaninkas de la lejana comunidad Nueva Luz de Arara, distrito de Yurúa, provincia de Atalaya, región Ucayali. Nunca antes un medio de comunicación había llegado a esta localidad asentada al borde del río Huacapishtea, afluente del Yurúa que va hacia Brasil. Las veinticinco familias que viven en esta comunidad se dedican a la caza, la pesca y el sembrío de yuca y plátano, principalmente. Cuando requieren de sal, machete, ropa y otros enseres, se trasladan al Centro Poblado de Breu surcando, en peque-peque o en un simple bote a punta de tangana, el río Huacapishtea y luego el Yurúa en una travesía de dos o tres días. En Breu trabajan durante dos semanas en la mantención de cultivos por un pago de 30 soles al día. Con este ingreso adquieren los productos que necesitan y retornan a su comunidad. PUEDES VER Invasores presentan documento falso para adueñarse de terreno en Ucayali No tienen servicios de luz ni agua potable, pero resalta una pista de aterrizaje de avioneta habilitada por la Misión Suiza, que desarrolla una tarea evangelizadora en la zona. La República llegó a Nueva Luz de Arara con la intención de acompañar un tramo del proceso de titulación de su territorio. Ellos lo venían solicitando desde 1997. Siete años después, en el año 2004, consiguieron que reconocieran a Nueva Luz como comunidad, pero la titulación seguía siendo un anhelo. "Los gobiernos nunca destinaron presupuesto para la formalización de la propiedad comunal. Fue a raíz del asesinato de los dirigentes ashaninkas de Saweto, Edwin Chota Valera, Leoncio Quinticima Meléndez, Jorge Ríos Pérez y Francisco Pinedo Ramírez, ocurrido en el año 2014, que surge el ofrecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en lo que es aseguramiento jurídico territorial", reseña el asesor intercultural Raúl Casanto Shingari. Ese mismo año se dio la Declaración Conjunta de Intención (DCI), un acuerdo de cooperación que firmaron Perú, Noruega y Alemania, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global. Objetivo que está ligado a la disminución de la deforestación del bosque amazónico y, por cierto, a la regularización de la propiedad de los territorios comunales. Noruega se comprometió a entregar al Perú 300 millones de dólares en diferentes fases. Precisamente, con el apoyo de este financiamiento es que el PNUD viene concretando la titulación de tierras indígenas en Ucayali y también en San Martín. Rumbo a Nueva Vida Para encontrarnos con la brigada de demarcación y estudio de suelos partimos de Nueva Luz de Arara hacia el anexo de Nueva Vida. El bajo nivel de las aguas del río Huacapishtea impidió que el peque-peque avanzara con normalidad. La palizada fue un obstáculo que nos obligó a salir de la canoa y recorrer a pie algunos trechos del río. En Nueva Vida no solo encontramos a los brigadistas sino también a Román Pascual Francisco y a Carmen Tomisha, los más antiguos de la zona, quienes procrearon ocho hijos. Él fundó Nueva Luz de Arara. Ella dio vida a la comunidad de Onconashari, cuyo territorio ha empezado a delimitarse esta semana. De acuerdo con la tradición, Román Pascual tuvo dos mujeres a la vez, pero un día decidió acabar la relación con Carmen Tomisha y tener una sola pareja. Llegó a procrear 17 hijos. La delimitación Antes de que la brigada de demarcación ingresara al monte, el ingeniero Gino Castagne Ríos nos explicó que el equipo que dirige está integrado por un jefe de grupo, un técnico georeferenciador, un responsable de estudio de suelos, un enfermero y un abogado. También por un asesor intercultural, un cocinero y dos nativos. "Este trabajo dura casi un mes. Al concluir, vamos a la comunidad para que en asamblea aprueben el trabajo de demarcación. El acta de aprobación es adjuntada a un informe que entregamos al coordinador del PNUD, quien lo pasa al equipo que elabora los planos. Luego lo remiten al Área de Comunidades Nativas del Gobierno Regional de Ucayali para la resolución de titulación, y se concluye con su inscripción en Registros Públicos", relata Castagne Ríos. Con esta descripción previa iniciamos la incursión en monte. Dos nativos abrieron trocha e inmediatamente se emprendió el trabajo de georeferenciación y colocación de hitos. El enfermero estaba pendiente de algún accidente o mordedura de serpiente a la que están expuestos. En cesión de uso Llamó nuestra atención la ejecución de un estudio de suelos. El encargado de hacerlo, Rister Torres Díaz, indicó que tiene que ver con la clasificación de las tierras por capacidad de uso mayor. "Hay tierras apropiadas para cultivo temporal como yuca, arroz. Otras son permanentemente dedicadas a la agroindustria como palma aceitera, café, cacao. Asimismo, hay tierras forestales y otras de protección que presentan limitaciones. A la comunidad se le entrega el título, el plano y el mapa de uso de tierras", manifiesta Torres Díaz. Y precisa que según normas agrarias se entregan en propiedad las tierras agropecuarias, pero las tierras forestales y de protección solo se dan en cesión de uso. En Nueva Luz casi el 80% del territorio les va a ser entregado en cesión de uso. El resto será titulado. Aún así, los nativos consideran que es un avance y que les queda la tarea de trabajar proyectos de aprovechamiento de bosques. "El bosque es nuestro medio de subsistencia. No somos guardianes, somos dueños, y necesitamos aprovecharlo responsablemente", subraya el dirigente de ORAU, Reider Sebastian Kinticuari. Datos En el Huacapishtea. En esta cuenca están las comunidades de Onconashari, Nueva Luz de Arara, Paititi y Nueva Bella. Las cuatro en proceso de titulación. Brecha. En Ucayali hay 316 comunidades pertenecientes a las etnias shipibo, ashaninka, yaminahua, amahuaca, awajún, pano y otras. Intervención. Entre agosto, setiembre y octubre, el PNUD ha promovido la titulación de 26 comunidades. Un nuevo trabajo se ha echado a andar en favor de otras 14 comunidades. Rechazan creación de la reserva de Murunahua sobre Nueva Luz El dirigente Reider Sebastian Kinticuari, responsable de Territorio, Bosque y Biodiversidad de la Organización Regional Aidesep de Ucayali (ORAU), consideró un atropello del Estado la creación de la reserva territorial de Murunahua sobre una parte de la comunidad Nueva Luz. Refiere que dos ONG ambientalistas con la complicidad de dirigentes de ORAU hicieron posible la creación de la reserva, sin haber acudido a conversar con los comuneros. “El presidente de ORAU, Lizardo Cauper, no quiere pelear con el Estado ni con las ONG. Ahora exigen a mis hermanos que se retiren a otro lugar. Ellos nacieron aquí, no pueden irse. Tenemos que pedir la exclusión de la reserva”, anotó el ashaninka Reider Sebastian.