Apuntes sobre la grave crisis española-catalana

1. La historia de la distancia entre España y Cataluña tiene siglos, no años. Viene desde el siglo XVIII y tiene numerosas aristas, difíciles de resumir.2. La herida más reciente, sin embargo, se vivió en el franquismo, cuando el catalán estaba incluso prohibido, pero se hablaba sigilosamente en casas y monasterios.3.Cuando llega la democracia a España, a fines de los 70, el Estado español va creando distintas formas de vincularse con Cataluña, política e institucionalmente.4. Una de esas formas fue el Estatut (Estatuto en catalán) del 2006, de más de 220 artículos, que regulaba esa relación. Varios artículos del Estatut fueron recurridos al Tribunal Constitucional, entre ellos, uno que se refería a la ‘nación’ catalana, que fue observado por este tribunal (quedó en el texto, pero sin eficacia jurídica), lo que resultó hiriente para la mayoría de los catalanes. 5. Los demandantes fueron, entre otros, miembros del Partido Popular, hoy en el gobierno. No es inútil observar que cuando este partido está en el poder, las relaciones entre el gobierno central y Cataluña empeoran.6. Ahora estamos en un punto muy delicado porque el actual gobierno catalán, una coalición de independentistas de derecha e izquierda, ha llevado adelante un referéndum no solo ilegal, sino forzado políticamente. Muchos catalanes estarían de acuerdo con votar, con pronunciarse, pero no para independizarse, ni sin que se arme todo para que gané el ‘sí’ a la independencia. Los independentistas no son ni siquiera la mayoría, según las encuestas. 7. El gobierno de Rajoy, del Partido Popular, que trae pésimos recuerdos franquistas a los catalanes, no ha sabido o no ha querido negociar y ha decidido aplicar la ley y la represión con una violencia pocas veces vista en España, que dejará heridas en el pueblo catalán y puede alimentar aún más el independentismo.8. En eso estamos: en un callejón sin salida promovido por dos partes intransigentes, que han olvidado la importancia de la negociación, lo importante que es para evitar los desbordes, y que aún así se atribuyen la representación de mayorías que, muy probablemente, están más desconcertadas que entusiasmadas, con partir el país o con blindarlo sin tener en cuenta el factor cultural... y metiendo golpe.❧Dos partes intransigentes, que han olvidado la importancia de la negociación, que se atribuyen la representación de las mayorías.