Preguntas sobre nuestros minerales, por Paul Maquet
“Lo peor es que el Estado peruano, que repite en todos los idiomas “país minero”, no le hace un seguimiento ni siquiera estadístico a estos nuevos minerales estratégicos”.
En las estadísticas mineras, se conoce que China es uno de los principales productores mundiales de tierras raras y de otros minerales estratégicos que son parte del nuevo “boom” de las tecnologías digitales y de la transición energética.
Pero ¿el Perú produce este tipo de minerales? Un reportaje publicado esta semana por el portal Ojo Público y que cita una reciente investigación de la ONG CooperAcción ha mostrado que algunos de estos minerales están saliendo del territorio nacional como parte de los concentrados de cobre y de zinc, sin ser adecuadamente registrados ni valorizados.
Para la referida investigación, una muestra de concentrado de cobre fue sometida a análisis de laboratorio, y los resultados arrojaron la presencia de 29 elementos en total, entre ellos cobalto, talio, vanadio, entre otros. Así mismo, el documento muestra que las refinerías que refinan concentrados de cobre y zinc tienen como subproductos elementos como telurio, indio o galio. Muchos de estos elementos son clave para las nuevas tecnologías de generación energética, las baterías y los dispositivos electrónicos.
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Pese a ello, los contratos entre las empresas mineras y las casas comerciales reconocen en el precio de los concentrados que se exportan desde el Perú solo el valor del mineral principal más algunos metales adicionales “pagables” (como oro o plata) y algunos “penalizables” que le restan valor al producto (como plomo o arsénico). De los nuevos minerales estratégicos, nada: estos pueden llegar a las refinerías de otros países “gratis”, como tierra, como desperdicio, y ser recuperados y vendidos a precios cada vez más altos.
¿Es así como China se ha vuelto el primer productor mundial de estos minerales, obteniéndolos dentro de los concentrados de otros metales? Otro caso curioso es el de la empresa alemana Aurubis, una de las mayores refinerías de Europa que compra concentrados de cobre del Perú y además vende telurio al mercado internacional. ¿Pura casualidad?
Lo peor es que el Estado peruano, que repite en todos los idiomas “país minero”, no le hace un seguimiento ni siquiera estadístico a estos nuevos minerales estratégicos. La información que recopila el Ministerio de Energía y Minas se centra en solo 12 minerales tradicionales, como si aún estuviéramos a mediados del siglo pasado.
Es urgente corregir esta situación a fin de conocer a ciencia cierta qué recursos están saliendo del territorio nacional y exigir una justa valorización y reconocimiento de los mismos.