“La experimentación musical implica abrirse a sentidos que van más allá de lo meramente instrumental”

El músico Alan Courtis en Entrevista Descabellada,Por Luis Alvarado Hablar del argentino Alan Courtis es adentrarse en un terreno musical lleno interrogación como de asombro. Sus investigaciones cruzan el ruidismo, la psicodelia, la improvisación libre, la electrónica, los gestos fluxus, la música contemporánea y demás posibilidades sonoras, audibles o no. Su talento es apreciado en casi todas partes del mundo. Prueba de ello son las cerca de trescientas referencias discográficas con las que cuenta en diversos sellos extranjeros, tanto en producciones solistas como junto a su extinta y mítica banda Reynols. Alan Courtis llega nuevamente a Lima para realizar un concierto este 22 de julio en el Dragón de Barranco, junto a Manongo Mujica, Miguel Flores y Teté Leguía. Además, realizará un taller de exploración sonora e improvisación, junto a Manongo Mujica. Vienes a Lima para realizar un concierto y un taller, pero también para juntarte a grabar un disco con Manongo Mujica y Miguel Flores. ¿Qué es lo que atrae de estos músicos? Algo que los distingue es el uso de sonidos autóctonos y experimentación. ¿Es ese un camino que también te interesa? Ambos son músicos con una larga trayectoria que incluye un alto grado de experimentación y una sólida raigambre autóctona; eso me parece algo destacable. Con Manongo hemos tocado la última vez que estuve en Lima y logramos muy buena conexión. Con Miguel no he tocado aún, pero hablamos brevemente y me ha impresionado gratamente su disco “Primitivo”. Creo que repensar Sudamérica como una usina de exploración sonora con identidad propia es el gran desafío, es decir, encontrar un balance que no caiga en “exotizar” la localía pero que tampoco ignore las propias coordenadas psicogeográficas. Igual ya veremos qué sale de todo eso, tal vez la música nos lleve a descubrir algún continente deshabitado o quizás nos perdamos quién sabe dónde. Pasas siempre algunos meses del año en Europa y Asia; eso hace que estés permanentemente en contacto con los circuitos de experimentación musical de allá, que es donde mejor te han acogido también. En perspectiva, ¿crees que son muchas las diferencias entre lo que ocurre en Europa o Asia y lo que ocurre en Latinoamérica? ¿Qué sientes que distingue al circuito de música experimental latinoamericano? Recuerdo que alguna vez hablabas que la infraestructura (desde los cables y tipos de estudio) hacían una diferencia. Bueno Japón es siempre fascinante. También tuve muy buenas experiencias en China, Singapur, Malasia y Tailandia, aunque en Europa también suelo pasarla muy bien, especialmente muy al norte: Escandinavia. En realidad decía que si hay diferencias estarían más en la cuestión infraestructural, de cómo están armados los circuitos y los festivales que obviamente cuentan con mayores recursos que aquí. Ahora en lo artístico creo que ya depende de la creatividad y el universo interno de cada persona, por lo cual no es tanta la diferencia; es decir, hay músicos creativos y no tanto en todas parte. Lo de los cables era sólo una reflexión divertida viendo el estado calamitoso de los cables encintados que llevaba luego de tres meses de gira comparados con los cables impecables que tenían los europeos. Igual eso es algo bastante personal y no lo veo tanto como una deficiencia, a mi particularmente no me encandila demasiado la asepsia de los cables sin estrenar -ni la hiperdependencia de la última tecnología-, finalmente uno termina tomándole cariño a todos esos cables encintados y hasta tal vez terminen formando parte del sonido de uno. Cuéntanos del taller que vas a dictar, y sobre todo el aspecto que tiene que ver con la improvisación libre, ¿qué sería lo más importante para desarrollar una buena performance de improvisación libre? ¿Crees que la improvisación puede haber entrado en un dogma sobre qué y no hacer? Primero hay que aclarar que al hablar de improvisación surge siempre una paradoja, porque la improvisación tiene una cualidad imprevisible y eso la hace inasible. Por eso enseñar improvisación implica un contrasentido, lo único que puede uno hacer es generar espacios en los que puedan darse ciertas conexiones y dejar que eventualmente sucedan por sí mismas; eso es lo que intentaremos hacer en el taller. Pero hablar de “libre” también es complicado porque es algo que resiste toda categorización y cuando ya uno le pone el rótulo, algo de lo “libre” se pierde. En este sentido, diría que hay toda una escena de “improvisación” que simplemente repite ad infinitum ciertos gestos técnicos con el instrumento, tal vez con alguna apertura de forma pero muchas veces con muy poco riesgo artístico: ahí habría muy poca improvisación. Improvisar no significa sólo tocar “sin partitura” sino algo más, mayormente la improvisación real -digamos pura o concentrada- siempre es muy poca y cuando aparece es casi un milagro. Pero no todo está perdido, muchas veces surgen experiencias que se adentran -aunque sea un poco- en lo desconocido y ahí pasa algo. Es que eso implica abrirse a sentidos que van más allá de lo meramente instrumental, incluso van más allá del sujeto como sujeto y bueno a partir de ahí las palabras no funcionan muy bien para describir nada. Trataremos que algo de eso pase en los talleres, aunque tal vez terminemos tocando polcas. Hace ya un par de años junto con Norberto Cambiasso, armaron la compilación Salgan al sol, que se publicó en Lima, y dio a conocer una gran variedad de artistas, dando cuenta que es mucho lo que hay en Buenos Aires en materia de experimentación sonora, aun así sin embargo tengo la impresión que no tocas mucho en Buenos Aires. ¿Cuál es tu percepción de la actividad musical que se hace en tu ciudad? Es una ciudad tan enorme como caótica. Hace poco, en Reykjavík, intentaba explicarle a un islandés cómo era Buenos Aires y me di cuenta que sólo la ciudad tenía más de cuarenta veces la población de toda Islandia (!). Eso tal vez hace que sea muy activa y fascinante, aunque también muy desorganizada. Pero claro, hay una cantidad importante de producción cultural en todos los rubros, tanto que a veces muchas cosas pasan desapercibidas. Igualmente siempre resulta difícil calificar la ciudad en que se nació, obviamente le tengo cierto cariño aunque tampoco puedo negar que bastante a menudo la padezco… En cualquier caso se me ocurre que es una ciudad interesante, pero ojo, a no olvidar que Lima también tiene lo suyo. Finalmente, has hecho conciertos en el polo norte, has tocado con una guitarra sin cuerdas, has sacado un disco desmaterializado, entre tantas otras cosas, qué más te falta hacer, que cosas te inquietan actualmente. Bueno tampoco el objetivo es terminar con un mero ranking de excentricidades, uno va investigando en ciertas zonas que en lo personal significan algo y algunas de ellas terminan convirtiéndose en discos o proyectos. Pero bueno este año hice una muestra en una Galería (https://verrev.wordpress.com/2016/06/03/in-formed-music-alan-courtis/) que es un terreno bastante nuevo para mí; ahí presenté una serie de partituras intervenidas, una obra para “ensamble de diarios”, un dispositivo basado en la “guitarra sin cuerdas” con loops de cassette y una obra conceptual basada en la grabación de audio de “El Grito” de Munch. Estoy trabajando ahora en un libro de fotos basado en maniquíes, investigando tapas de discos argentinos desconocidos y explorando la música Paraguaya. Respecto a proyectos musicales por suerte tengo bastantes: un nuevo LP solo saliendo en Estados Unidos, otro con Thomas Dimuzio saliendo en Polonia, un 7” con RLW (P16.D4) inspirado en Schubert saliendo en Alemania, un cassette doble con Culver en Inglaterra, un nuevo LP Con L'Autopsie A Révélé Que La Mort Était Due A L'Autopsie & Les Harry’s en Francia, varias grabaciones con Japoneses, también estoy escribiendo algunas obras para ensamble, trabajando con proyectos para personas con discapacidad y con varias giras en el horizonte. Es decir, aunque la batalla contra el tiempo sea una de esas que no se pueden ganar, tratar al menos no perder el tiempo. Más información sobre el taller de exploración sonora que va a dictar Alan Courtis junto a Manongo Mujica, el 20 y 21 de julio, aquí Escucha aquí más sobre Alan Courtis