Leo García: Amor Al Arte | Crónica Descabellada

El regreso del ex miembro de Avant Press no decepcionó a sus fans locales,Por: Carlos Quinto Efectivamente, las presentaciones que Leo García realizó en Lima durante octubre del 2009 (una en Nébula y otra en Vocé) dejaron tan buen recuerdo que el anuncio de su nueva tocada por aquí resultaba más que atractiva, sobre todo teniendo en cuenta que, desde entonces, el buen Leo había añadido a su discografía, álbumes del nivel de Algo real. El interés del evento se incrementó con el anuncio de la participación de Claudio Narea y su banda en calidad de invitado. El ex-Los Prisioneros se presentó en formato quinteto, contando con tres guitarras en su formación, con la cual se dedicó básicamente a repasar su trayectoria como solista, presentando su más reciente disco, La vida es circular, dejando también espacio para temas de su grupo de los 90s, Profetas y Frenéticos. El show levantó bastante cuando hizo su aparición el también ex-Los Prisioneros Miguel Tapia, quien ocupó el puesto de baterista para largar un par de versiones del legendario grupo chileno, “La voz de los 80s” y “We are sudamerican rockers”. Ya sin Miguel, Claudio culminó su set con otro clásico de su banda primigenia, “La estamos pasando muy bien”. PUEDES VER: La vida color Draco Rosa | Crónica Descabellada Pasada la 1 de la madrugada, Leo subió a escena para demostrar ser el protagonista principal de la velada. Con una hermosa guitarra electroacústica al hombro, su principal respaldo instrumental para la ocasión, arrancó con “Isla”, tema que también abría su recordado álbum Mar. Poco a poco, fue incorporando al sonido una caja de ritmos conforme se iban sucediendo los hits de su repertorio como el caso de “Morrissey”, a la mitad de la cual dio cuenta de su histrionismo para comentar al público que, pese a que el de bardo de Manchester había tocado fragmentos de la canción en más de una oportunidad, todavía no había tenido la oportunidad de conocerlo. "¿Qué pasará cuando me lo encuentre?" comentó con mucha gracia. Tras otro de sus hits, “Tesoro” (tema de su disco Cuarto Creciente, privilegiado en su versión original con la participación de su padrino musical Gustavo Cerati), Leo dejo los ritmos en automático para bajar del tabladillo y confundirse entre los asistentes, quienes aprovecharon para brindarle sus muestras de aprecio. La comunión con los presentes resultó perfecta, tanto que a Leo se le notaron muchas ganas de complacernos, por lo cual no temió en incluir versiones de clásicos como el “Canción para mi muerte” de Sui Generis. La alegría de todos aumentó cuando acometió con un mix de varios éxitos de Soda y Cerati, disparando uno tras otro fragmentos de las icónicas “Lago en el cielo”, “Entre caníbales”, “En la ciudad de la furia” y “Trátame suavemente” (tema de Daniel Melero que el trío inmortalizara en su disco debut) que todos cantaron fascinados. El momento estelar de la noche llegó cuando Leo ejecutó su versión de “Alma”, canción del Bocanada de Cerati, un disco que recientemente cumplió 17 años de lanzado, circunstancia que Leo se apresuró en recordar. Esta versión, un obsequio especial para sus seguidores limeños, resultó tan bien lograda que además de conmover a los asistentes, terminó por emocionar también a su intérprete, como resultó notorio. Leo mantuvo esa emotividad estrenando un tema inédito de arpegios reverberantes que se convirtió en el cierre perfecto para su magnífica presentación. Solo cabe lamentar la poca concurrencia para un concierto tan estupendo como el de anoche, circunstancia que no menoscabará en absoluto el recuerdo de una gala ciertamente mágica, que ojalá pueda repetirse próximamente.